Un estudio llevado a cabo en la escuela de fisioterapia de La Salle, adscrita a la Universidad Autónoma de Madrid, ha mostrado como la incontinencia urinaria asociada a la debilidad de los músculos del suelo pélvico, tiene un impacto negativo en la calidad de vida y las actividades diarias de las personas con Esclerosis Múltiple, tales como caminar.
Las personas con Esclerosis Múltiple (EM), aparte de padecer otros síntomas variables como consecuencia de la enfermedad, con frecuencia padecen síntomas urinarios. Estos síntomas, tales como la urgencia, la frecuencia, tener que levantarse varias veces durante la noche, dolor o molestias al orinar, y la incontinencia, son indicativos de una vejiga hiperactiva y pueden afectar considerablemente la calidad de vida.
La musculatura del suelo pélvico es responsable de soportar los órganos pélvicos, y por tanto, tiene una enorme influencia sobre la función urinaria, intestinal y sexual. Además, esta musculatura colabora en proporcionar estabilidad al tronco. Su acción coordinada con la pared abdominal es fundamental para lograr el control correcto de la estabilidad del cuerpo en actividades estáticas y / o durante aquellas que requieren un control postural dinámico, como es el caso de la marcha.
Con estos antecedentes, los investigadores del estudio, buscaron evaluar la relación entre la función del suelo pélvico y el rendimiento funcional general en personas con EM, en gran medida relacionado con la capacidad para caminar y moverse adecuadamente.
El estudio incluyó un total de 43 personas con EM: 24 mujeres y 19 hombres; con una edad media de 50,3 años. Para evaluar la funcionalidad de la musculatura del suelo pélvico de los participantes, los investigadores tuvieron en cuenta el grado de incontinencia urinaria, incontinencia fecal y el historial de estreñimiento. El equipo también evaluó el rendimiento funcional general y la marcha de los pacientes utilizando herramientas clínicas validadas.
Los resultados mostraron cómo la incontinencia urinaria tiene un impacto significativo y negativo en la calidad de vida y el rendimiento funcional general de las personas con EM. Las personas con incontinencia urinaria más grave obtuvieron peores resultados en la prueba utilizada evaluar las habilidades para caminar y mantener el equilibrio corporal. En esta prueba, les mide el tiempo que le toma a una persona, que está en una silla, levantarse, caminar tres metros, darse la vuelta, caminar de regreso a la silla y sentarse. Además de mayores problemas para caminar, las personas con incontinencia dependían más de los demás, para las actividades diarias. Del mismo modo, los participantes con estreñimiento también tuvieron puntuaciones de calidad de vida más bajas. Para los investigadores, estos hallazgos sugieren una relación entre las variables de la función del suelo pélvico.
Los datos también sugieren que la dependencia funcional de los pacientes con EM para llevar a cabo las actividades cotidianas tiene una correlación con el funcionamiento inadecuado de los músculos del suelo pélvico, lo que enfatiza la importancia de esta musculatura en las actividades de la vida diaria.
Los autores concluyen que la incontinencia urinaria parece tener un impacto negativo en el desempeño de las actividades de la vida diaria, caminar, y sobre la dimensión física de la calidad de vida en pacientes con EM. En base a los resultados, se sugiere que podría ser importante agregar el entrenamiento muscular del suelo pélvico a las intervenciones destinadas a mejorar la funcionalidad general en pacientes con EM.