Las personas afectadas de la enfermedad de Parkinson perciben a los síntomas motores y no motores y/o psicoemocionales de esta enfermedad como verdaderas barreras o desafíos para tener una calidad de vida satisfactoria.
La vergüenza es una emoción por una autoevaluación negativa, muy dolorosa, que contribuye a una sensación de impotencia, sentirse un ser pequeño y con ganas de desaparecer. La vergüenza relacionada con el Parkinson puede ser fuente de angustia emocional que conduce a la depresión y la privación social, con un impacto negativo importante sobre la calidad de vida de los pacientes de Parkinson. Sin embargo, estos síntomas rara vez se abordan en la práctica clínica, ni se estudian en la investigación.
La vergüenza relacionada con el Parkinson puede surgir de los síntomas motores y no motores, de la autopercepción de pérdida de autonomía y la necesidad de ayuda derivada de una dependencia física de otras personas, o de la percepción de deterioro de la imagen corporal.
Muchos pacientes de Parkinson no comentan este sentimiento de vergüenza con sus familiares o con su neurólogo, porque irónicamente piensan que es vergonzoso hablar sobre la vergüenza. La vergüenza puede llevar a desajustes psicológicos, pudiendo desencadenar una depresión. Sentimientos elevados de vergüenza pueden llevar a la ansiedad social. Dada la relación entre los síntomas de depresión, tales como sentimientos de inutilidad, vergüenza e ideas suicidas, se debe prestar mayor atención a aquellos pacientes de Parkinson que presenten tendencia a sentir vergüenza.
En una revisión de reciente publicación, los investigadores concluyen que la vergüenza en la enfermedad de Párkinson es un síntoma poco reconocido, rara vez explorado o evaluado en la consulta y poco investigado. La vergüenza relacionada con el Parkinson puede tener un impacto negativo importante sobre la calidad de vida de estos pacientes y puede contribuir al aislamiento social, la depresión y la ansiedad.
Debido al impacto negativo que puede producir la vergüenza en la calidad de vida de los pacientes de Parkinson, se debería explorar y abordarse de forma individual en cada paciente y proporcionar herramientas o establecer estrategias para prevenirla.