Según un nuevo estudio respaldado por el Instituto Nacional de la Salud norteamericano (NIH), el sueño deficiente se asocia a un riesgo significativamente mayor de sufrir agudizaciones en personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Los resultados han sido publicados en la revista SLEEP.
Dormir mal puede debilitar el sistema inmunitario y favorecer las infecciones origen de las reagudizaciones
La EPOC, una enfermedad pulmonar progresiva e incurable que dificulta la respiración, afecta a más de 16 millones de adultos en sólo en Estados Unidos y es una de las principales causas de muerte. Los brotes de EPOC, también conocidos como exacerbaciones, pueden durar días e incluso semanas y están provocados por una serie de factores que van desde los contaminantes hasta los virus del resfriado y la gripe. Dormir mal puede debilitar el sistema inmunitario de una persona sana y hacerla más susceptible a los resfriados y la gripe; y esta vulnerabilidad puede aumentar en las personas con EPOC.
Aunque los científicos saben desde hace tiempo que las personas con EPOC suelen sufrir trastornos del sueño, el papel del sueño deficiente como desencadenante de las exacerbaciones de la EPOC no se ha estudiado lo suficiente, y las principales investigaciones sobre este tema aportan pruebas contradictorias. Los investigadores afirman que el presente estudio viene a colmar una importante laguna de conocimientos.
A la hora de predecir el riesgo de reagudizaciones puede tener más valor la calidad del sueño que el antecedente de tabaquismo
«Entre quienes ya tienen EPOC, saber cómo duermen por la noche me dirá mucho más sobre su riesgo de sufrir una exacerbación que saber si han fumado durante 40 o 60 años», afirma el autor principal del estudio, el doctor Aaron Baugh. «Esto es muy sorprendente y no es necesariamente lo que esperaba al realizar este estudio. El tabaquismo es un proceso tan central en la EPOC que habría predicho que sería el factor de predicción más importante en el caso de las exacerbaciones.»
Para el estudio, los investigadores siguieron a 1.647 personas con EPOC confirmada que se inscribieron en el Estudio de Subpoblaciones y Medidas de Resultados Intermedios en la EPOC (SPIROMICS), un estudio longitudinal multicéntrico de EE.UU. financiado por el NHLBI y la Fundación EPOC y diseñado para evaluar las subpoblaciones, los resultados y los biomarcadores de la EPOC. Todos los participantes en este estudio específico eran fumadores o ex fumadores de tabaco con un diagnóstico confirmado de EPOC, y se sometieron al menos a una evaluación inicial del sueño al inscribirse.
Los investigadores registraron los brotes de EPOC durante un periodo de seguimiento de tres años y compararon estas mediciones con la calidad del sueño de los participantes. Los investigadores utilizaron una herramienta común para analizar la calidad del sueño autodeclarada: una combinación de siete medidas del sueño, incluyendo la duración del sueño, el tiempo de sueño y la frecuencia de las alteraciones. Las puntuaciones oscilaron entre la peor calidad del sueño y el mejor sueño. Los investigadores informaron de sus resultados después de observar cómo cambiaba el riesgo de brotes de una persona al cabo de un año.
Quienes duermen peor tienen hasta un 95% de mayor riesgo de reagudizaciones
Descubrieron que, en general, la mala calidad del sueño se asociaba fuertemente con un mayor total de reagudizaciones de la EPOC. En comparación con los participantes con el mejor sueño posible, los que estaban en el umbral o en el nivel básico de sueño deficiente tenían un 25% más de posibilidades de sufrir una crisis de EPOC en el año siguiente. Los que dormían peor tenían un riesgo casi un 95% mayor de sufrir una exacerbación de la EPOC en el año siguiente.
Aunque los resultados se aplican a todas las razas y etnias, el estudio tiene especial relevancia para los estadounidenses de raza negra, según Baugh. Esto se debe a que estudios anteriores muestran que este grupo tiende a tener una peor calidad de sueño que otras razas y etnias. Los investigadores sugirieron que, dado que el sueño deficiente se relaciona ahora con peores resultados de la EPOC, el estudio actual podría ayudar a explicar por qué los estadounidenses de raza negra, como grupo, tienden a tener peores resultados cuando tienen EPOC, en comparación con otros grupos raciales y étnicos.
Se necesitan más estudios para saber si corregir los problemas del sueño puede tener impacto positivo en las reagudizaciones
«Nuestro trabajo proporciona una sólida justificación para prestar más atención al sueño que en el pasado, tanto desde una perspectiva clínica como de investigación», dijo Baugh, que tiene un interés especial en el estudio de las disparidades de la EPOC. «Aunque ahora sabemos que la calidad del sueño puede predecir futuras exacerbaciones, no sabemos si la mejora de la calidad del sueño producirá mejoras directas en los resultados de la EPOC. Alentamos la realización de futuros estudios que puedan analizar el impacto de las intervenciones, ya sea a nivel individual o comunitario.»
La doctora Marishka Brown, directora del Centro Nacional de Investigación de Trastornos del Sueño del NHLBI, coincidió en que este estudio es un hito importante. «El sueño no se ha estudiado ampliamente como modificador de los resultados de la EPOC», dijo Brown. «Este estudio se suma a una base de conocimientos cada vez mayor que demuestra los efectos nocivos del sueño deficiente en la salud en general, pero que puede ser especialmente perjudicial en las personas con enfermedades severas como la EPOC.»