Investigadores de la Universidad de Columbia Británica querían saber con qué frecuencia a las personas con esclerosis múltiple (EM) se les prescribían varios medicamentos al mismo tiempo. En la población general, tomar 5 o más medicamentos (lo que se denomina «polifarmacia») aumenta el riesgo de hospitalización. Los resultados de la investigación han sido publicados en la versión online de la revista Multiple Sclerosis.
A pesar de que las terapias modificadoras de la enfermedad controlan la esclerosis múltiple (EM), ésta provoca una serie de síntomas que afectan a la calidad de vida. Las personas con síntomas relacionados con la EM necesitan ayuda y tratamiento para los mismos, y los neurólogos suelen responder recetando medicamentos. Dada la cantidad de síntomas relacionados con la EM, un paciente con esta enfermedad puede acabar con un complejo régimen de medicamentos. Esto puede incluir, por ejemplo, tomar fármacos para la espasticidad, para mejorar la marcha, la urgencia urinaria, el dolor, la depresión, la fatiga y el insomnio. Aunque cada medicamento tiene su razón de ser, la polifarmacia resultante puede causar problemas de salud.
Los investigadores en este estudio examinaron las intervenciones sanitarias durante un año de más de 14.000 personas con EM. Descubrieron que más de 1 de cada 4 personas tomaba 5 o más medicamentos durante 30 o más días, y 1 de cada 20 tomaba 10 o más. La mayoría tomaba varios medicamentos durante más de 180 días.
Los tipos de medicamentos que más contribuyen a la polifarmacia son los antidepresivos, los antiepilépticos (para las convulsiones o el dolor), los relajantes musculares y los medicamentos para tratar las úlceras de estómago, el reflujo ácido y el colesterol alto. Muchos (el 43%) también habían recetado al menos un opioide. Los opiáceos son medicamentos potentes para el dolor. Cuando se utilizan de forma habitual, pueden provocar adicción y otras consecuencias negativas.
La polifarmacia era más frecuente en las mujeres, en las personas de mayor edad, en las que padecían otras enfermedades y en las que procedían de barrios con menores ingresos.
Las investigaciones sobre las consecuencias de la polimedicación en la EM son limitadas y aparecen principalmente en revistas que no suelen leer los neurólogos. De entre los artículos escritos por neurólogos, uno concluyó que puede aumentar el riesgo de caídas en la EM, y otro sugirió que los medicamentos de actividad central tomados por los pacientes con EM aumentaban la fatiga y la disfunción cognitiva. En otras ámbitos como el de la geriatría existe una sólida literatura sobre el impacto de la polimedicación entre los ancianos, una experiencia que debe tomarse en consideración.
Más no necesariamente es mejor
En un editorial incluido en el mismo número de la revista, los doctores Dennis Bourdette y Megan Herink (Oregon Health & Science University) señalan la necesidad de estudiar más este problema y, mientras tanto, recomiendan que los neurólogos
revisen de forma rutinaria la eficacia de los medicamentos para el control de los síntomas que prescriben y suspendan los que no ayudan:
- Eviten, en la medida de lo posible, utilizar más de un medicamento para controlar un síntoma.
- Tengan cuidado al recetar antiepilépticos (como la gabapentina y la pregabalina) para tratar el dolor.
- Prueben enfoques no farmacológicos, como el ejercicio para la fatiga y los estiramientos para tratar la espasticidad.
- Inicien con las personas con EM un proceso para reducir la medicación innecesaria (deprescripción).
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