Un equipo de investigadores daneses de la universidad de Aarhus han descubierto la forma en que la simvastatina, un fármaco que se utiliza habitualmente para reducir el colesterol, actúa de forma beneficiosa sobre la inflamación en enfermedades como la Artritis Reumatoide, la diabetes tipo 1 o la esclerosis múltiple.
Estas enfermedades, de base autoinmune, se caracterizan porque una respuesta inmunológica exacerbada que provoca daños en los tejidos del propio organismo. Las articulaciones en el caso de la Artritis Reumatoide.
Ya se sabía que la simvastatina reduce los niveles de inflamación, pero dicho efecto en las enfermedades autoinmunes, se produce a concentraciones de fármaco altas. El estudio presentado, sin embargo se centra en identificar el mecanismo último para conseguir este efecto: la simvastatina actuaría sobre determinadas proteinas que hacen que las células inmunológicas permanezcan en el foco de la inflamación, impidiendo que viajen y extiendan el proceso inflamatorio a otras partes del organismo.
A pesar de que estos resultados se han encontrado en estudios de laboratorio, permiten abrir nuevas vías de investigación para que nuevos fármacos diseñados específicamente para actuar a este nivel puedan llegar algún día. Hay que tener en cuenta que las estatinas no estaban diseñadas para este objetivo, y las dosis necesarias para alcanzar un efecto pueden tener la contrapartida de efectos secundarios.