La fatiga es un síntoma común en las personas con esclerosis múltiple (EM). Varios estudios sugieren que la temperatura exterior puede influir en la gravedad de la fatiga, ahora uno de reciente publicación la asocia con las variaciones estacionales.
Entre los síntomas heterogéneos de la EM, la fatiga es común, con una prevalencia que según estudios llega al 90%. Además, muchos pacientes informan de un empeoramiento general debido a la exposición al calor, conocido como fenómeno de Uhthoff. Además de otras variables, los factores ambientales, como la temperatura exterior, también pueden influir en la gravedad de la fatiga. Al igual que otro síntoma neuropsicológico común, la depresión, parece al menos plausible que la fatiga pueda estar inversamente asociada a la exposición al sol. Sin embargo, la mayoría de las personas con EM refieren que la fatiga empeora con el calor. A pesar de todo ello, algunas investigaciones prevoias en personas con EM informaron de que la temperatura exterior no tenía ningún efecto sobre la fatiga.
Para la realización del estudio ahora presentado, la fatiga se evaluó mediante la Escala de Fatiga para Funciones Motoras y Cognitivas en una zona climática templada con una temperatura media exterior de 8,8°C. En este estudio se incluyeron 258 pacientes con esclerosis múltiple de 572 visitas distribuidas temporalmente a lo largo del año. Los datos se ajustaron en función de la edad, el sexo, la cognición, la depresión, la gravedad de la enfermedad y el tiempo de seguimiento. Se realizaron modelos estadísticos para determinar si el curso temporal de la fatiga era independiente, linealmente dependiente o no linealmente dependiente del clima.
En el estudio, la fatiga resultó ser más baja durante el mes de enero y más alta durante agosto. El análisis mostró una dependencia temporal no lineal. El nivel de fatiga media por mes se correlacionó significativamente con la temperatura media mensual.
Los autores del estudio concluyen que la fatiga se modula temporalmente a lo largo del año. Esta fluctuación estacional, con un aumento de la fatiga durante el verano, debería tenerse en cuenta en la evaluación de la fatiga en personas con esclerosis múltiple. Además, en la investigación de los tratamientos, esta fluctuación estacional y su asociación con la temperatura exterior debería considerarse un posible factor de confusión al evaluar los efectos terapéuticos en pacientes con EM.