Una nueva revisión nos resume el conocimiento actual de los nutracéuticos utilizados para la enfermedad de Crohn.
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), que incluye la enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa, son trastornos gastrointestinales inflamatorios crónicos con origen desconocido y que, probablemente, sean resultado de la interacción entre factores genéticos y ambientales.
El objetivo del tratamiento es inducir y mantener la remisión, lo que significa la curación de la mucosa junto con el alivio de los síntomas.
Desafortunadamente un alto porcentaje de pacientes requieren tratamiento de por vida. Los fármacos utilizados para el tratamiento entre los que se incluyen: los corticoides, los inmunosupresores y los agentes biológicos, no están exentos de efectos secundarios y esto lleva a los pacientes a buscar tratamientos complementarios con el objetivo de limitar el uso excesivo de estos productos. Además, incluso cuando se logra la remisión, algunos pacientes pueden seguir con síntomas.
En los últimos años la dieta ha cobrado un gran impulso como una herramienta útil y poco apreciada para modificar el curso de la inflamación crónica.
Publicaciones previas han informado que los pacientes con EII tienen más probabilidades de buscar tratamientos complementarios y esta tendencia es mayor en pacientes con enfermedad de Crohn que aquellos con Colitis Ulcerosa.
Además, se ha visto que el estado nutricional es uno de los factores predictores de la calidad de vida relacionada con la salud en personas con enfermedad de Crohn. Por lo tanto, es importante conocer la importancia de mejorar la carga de esta enfermedad y prevenir la desnutrición mediante intervenciones dietéticas.
La palabra “nutracéutico” procede de las palabras “nutrición” y “farmacéutico” acuñada en 1989 por Stephen L. De Felice. (1) Son Alimentos o componentes de alimentos con propiedades beneficiosas para la salud sin efectos secundarios significativos y que pueden desempeñar un papel en la prevención y en el tratamiento de diferentes enfermedades.
Los pacientes con Crohn, a menudo (50%) usan hierbas o suplementos dietéticos de manera empírica o experimental en un intento de sobrellevar mejor su condición crónica. Los nutracéuticos son percibidos como más seguros y naturales para el cuidado a largo plazo de la EII. Lamentablemente, la información que se encuentra en Internet sobre los nutracéuticos no siempre proviene de fuentes fiables dados los grandes intereses financieros.
Se han publicado los resultados de una revisión de la literatura científica sobre el conocimiento del que disponemos actualmente sobre los nutracéuticos que se utilizan en el tratamiento del Crohn. En esta revisión se recopilan los datos de ensayos clínicos(realizados con personas) y preclínicos (realizados con animales).(2)
Sin embargo, la evidencia actual sobre la eficacia de estos suplementos dietéticos es mixta ya que ha habido una metodología no óptima en muchos de los ensayos clínicos realizados en humanos. Por lo tanto, se necesita más investigación rigurosa para identificar los beneficios reales de estos compuestos en humanos.
En esta revisión se concluye que el conocimiento actual indica que varios nutracéuticos muestran potencial para contrarrestar la inflamación en pacientes con enfermedad de Crohn y podrían ayudar a controlar los síntomas funcionales residuales en la enfermedad inactiva.
Los fitoquímicos o sustancias que se encuentran en las frutas, las verduras, legumbres y otras plantas tales como la curcumina(sustancia presente en la cúrcuma), la boswellia( resina que se extrae del árbol bosvellia procedente de oriente) y la artemisia(planta) han mostrado resultados prometedores en el control de la inflamación gastrointestinal y en el mantenimiento de la remisión mediante ensayos clínicos. Además, se ha demostrado que la vitamina D y el zinc, a menudo son deficientes en pacientes con Crohn, de tal forma que los niveles de vitamina D son un marcador no invasivo que puede caracterizar los diferentes estados de actividad de la enfermedad en pacientes con EII.
En resumen, la mayoría de los nutracéuticos, alimentos o componentes de los alimentos con propiedades beneficiosas para la salud, se han probado en modelos animales y actualmente se justifica una investigación rigurosa para demostrar la eficacia real, las dosis y la vía de administración en el entorno clínico (en humanos).
Necesitamos investigación con rigor científico para poder asesorar adecuadamente a los pacientes y beneficiar el control de su enfermedad.
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