Un estudio de reciente publicación investiga la relación de la inestabilidad laboral y factores asociados en pacientes con Artritis Reumatoide.
La Artritis Reumatoide es una enfermedad inflamatoria autoinmune crónica que afecta, principalmente a las articulaciones y que predomina en personas de mediana edad. Ésta enfermedad se asocia con discapacidad funcional, estrés, fatiga y dolor crónico, impactando sobre la calidad de vida y capacidad para trabajar de estos pacientes.
Prevenir la pérdida de trabajo es fundamental para que los pacientes con Artritis Reumatoide ya que esta enfermedad afecta a su salud, a su funcionamiento en la sociedad y a su economía. Las pérdidas económicas relacionadas directamente con las bajas laborales, e indirectamente, con la disminución de la producción y contratación, pueden reducirse mediante una correcta identificación, diagnóstico y tratamiento adecuado lo antes posible. La administración precoz de FAME (Fármacos Antirreumáticos Modificadores de la Enfermedad) se asocia a menor daño articular y menor discapacidad.
Por lo tanto, no sólo se deberá realizar un diagnóstico y tratamiento temprano de la Artritis Reumatoide, sino que también se deberá identificar los factores de riesgo de inestabilidad laboral para priorizar que estos pacientes no pierdan su actividad o vida laboral.
Según los resultados de este estudio, un alto porcentaje de pacientes (32,9%) tenían un alto riesgo de inestabilidad laboral. Los investigadores descubrieron que el dolor, la actividad de la enfermedad, al menos moderada, y la discapacidad fueron los factores de riesgo de mayor impacto sobre su situación laboral.
Una intervención precoz con un tratamiento adecuado para prevenir el daño articular de esta enfermedad y optimizar el manejo del dolor, puede favorecer que los pacientes continúen con su vida laboral a pesar de la Artritis Reumatoide.
Por lo tanto, el personal sanitario deberá prestar atención para detectar aquellos pacientes con Artritis Reumatoide que estén en riesgo de perder su trabajo mediante un diagnóstico temprano e identificando los factores de riesgo de inestabilidad laboral.
Y, por último, es necesario realizar mayor investigación sobre la relación de los diferentes tipos de tratamientos de la Artritis Reumatoide y su impacto sobre la vida laboral de estos pacientes.