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3 mayo, 2021 in-pacient.es

Los trastornos del sueño forman parte de los síntomas no motores de la enfermedad de Parkinson. Pueden presentarse en más de la mitad de los pacientes y se asocian a peor calidad de vida y mayor carga de síntomas no motores. Por lo tanto, es importante conocerlos para un diagnóstico temprano y control de los síntomas.

En época de pandemia por coronavirus o COVID-19 se ha relacionado el aislamiento social con empeoramiento de los síntomas motores y no motores de la enfermedad de Parkinson, incluidos los problemas de sueño, debido a una disminución de la actividad física y un aumento del estrés. Durante la pandemia de COVID-19, se ha informado que las alteraciones del sueño en los pacientes con Parkinson están relacionadas de forma independiente con un empeoramiento de los síntomas motores y de la ansiedad. Por lo tanto, los problemas de sueño son actualmente un tema central de los síntomas no motores en los pacientes con Parkinson.

Los trastornos del sueño más frecuente entre los pacientes con Parkinson son:

Insomnio

El insomnio puede presentarse como dificultad para conciliar el sueño (quedarse dormido) o mantenerlo, o despertarse demasiado temprano  y no poder volver a dormir.

Síntomas motores y no motores propios de la enfermedad, como el dolor, la depresión, la ansiedad, la necesidad de levantarse al baño para orinar  durante la noche y otros síntomas se han relacionado con el insomnio.

Somnolencia diurna excesiva

La Academia Americana de Medicina del Sueño la define como la incapacidad para mantener la vigilia o estado de alerta durante el día. Se refiere a que los pacientes se sienten somnolientos durante el día y que se duermen de manera inevitable interfiriendo sobre las actividades de la vida diaria.

La somnolencia diurna excesiva aumenta después de la aparición de los síntomas motores. La progresión de la enfermedad, género masculino, el uso tratamiento con dopamina, el insomnio, el deterioro cognitivo y la depresión son factores que contribuyen a la aparición de la somnolencia diurna excesiva

Los pacientes con estos “ataques de sueño” deben recibir instrucciones de no conducir, ni realizar tareas potencialmente peligrosas hasta que mejoren sus síntomas.

Trastornos del comportamiento o conducta durante el sueño REM

Las alteraciones de la conducta durante el sueño corresponden a, por ejemplo, caminar durmiendo, hablar durmiendo, padecer de pesadillas, de enuresis nocturna (orinarse de manera involuntaria durante el sueño, de apnea del sueño (problemas con la respiración que causan un ronquido fuerte) o convulsiones nocturnas.

Cuando el paciente se despierta puede no recordar lo que soñaban, por lo que este tipo de trastornos es observado o comunicado por el compañero/a de cama. Es decir, que los pacientes dicen que ellos duermen bien pero es el compañero/a de cama que observan que durante el sueño los pacientes pueden: gritar, gemir, sollozar, llorar, hablar, gritar, decir palabrotas o expresiones soeces e incluso, reír o cantar. Los movimientos suelen ser violentos o vigorosos como manotazos, puñetazos, patadas, etc.

En este caso se pide a los pacientes que adecúen su dormitorio, como por ejemplo eliminar objetos que puedan provocar caídas o pérdidas de equilibrio; eliminar objetos que puedan hacer daño, incluso puede ser conveniente dormir en un colchón en el suelo. Es recomendable que el compañero/a de cama, si puede, duerma en un dormitorio diferente hasta que mejore este comportamiento en el paciente.

Síndrome de piernas inquietas

Este trastorno del sueño consiste en la aparición de una sensación desagradable en las piernas que aparece durante el reposo y que provocan la necesidad irremediable de mover las piernas (levantarse, caminar o pasear) ya que mejora con el ejercicio de forma parcial o completamente.

Trastornos de la respiración durante el sueño

Los trastornos de la respiración durante el sueño engloba el cese repetido de la respiración durante el sueño. La apnea del sueño es el trastorno prototipo de este grupo.

En la enfermedad de Parkinson, además de la obesidad y del deterioro de los músculos de las vías respiratorias superiores debido a la rigidez de los músculos y de movimientos lentos, pueden contribuir a la aparición de apnea del sueño.

Trastornos del ritmo circadiano

Corresponde a la alteración del equilibrio sueño/vigilia en la enfermedad de Parkinson. Los ritmos circadianos son ritmos biológicos y conductuales con una periodicidad de aproximadamente 24 h que influyen en la mayoría de los procesos fisiológicos, es llamado “el reloj biológico”.

Los trastornos del ritmo circadiano pueden llevar a la alteración de diferentes funciones fisiológicas, tales como: la presión arterial, la frecuencia cardíaca y puede llegar a afectar a las manifestaciones neuropsiquiátricas. Estas alteraciones están tomando cada vez mayor importancia, de tal forma que se propone como un nuevo objetivo del tratamiento.

En resumen, esta nueva revisión nos proporciona una actualización de los diferentes trastornos del sueño relacionados con la enfermedad de Parkinson. En la era del COVID-19 el aislamiento social y la actividad física reducida están alterando los patrones de sueño y vigilia. Los trastornos del sueño, la ansiedad y la depresión pueden empeorar, lo que afectaría negativamente a los síntomas motores.

Por lo tanto, detectar y tratar precozmente los problemas del sueño es importante porque mantener buenas condiciones de sueño y alcanzar un sueño reparador, pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes con Parkinson.

 

 

 

Suzuki K. Current Update on Clinically Relevant Sleep Issues in Parkinson’s Disease: A Narrative Review. J Parkinsons Dis. 2021 Apr 21. doi: 10.3233/JPD-202425. 

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