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2 octubre, 2017 in-pacient.es

La terapia física y la terapia ocupacional, que a menudo forman parte del tratamiento multidisciplinario, tienen como objetivo ayudar al paciente de Parkinson a lidiar mejor con las consecuencias de su enfermedad en las actividades diarias, según una nueva publicación.

El tratamiento del Parkinson actual es parcialmente eficaz en controlar los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Se centra básicamente en las lesiones de las neuronas dopaminérgicas ( productoras de dopamina) y por lo tanto, no es eficaz para las deficiencias relacionadas con lesiones no dopaminérgicas, como el deterioro del equilibrio o la demencia. Por otra parte, en las últimas etapas de la enfermedad, la medicación se vuelve menos eficaz o puede causar complicaciones como disquinesia discapacitantes. En consecuencia, incluso aquellas personas que tienen una gestión médica óptima de la enfermedad puede tener que hacer frente a problemas considerables y variados en sus actividades diarias.

Tanto los síntomas motores como los no motores representan una enorme carga para el paciente, comprometiendo sus actividades cotidianas y su calidad de vida. Limitaciones en las actividades diarias pueden comenzar en una etapa temprana de la enfermedad y evolucionar a medida que la enfermedad progresa. Los desplazamientos como caminar, levantarse y sentarse en una silla, entrar o salir de la cama, girarse en la cama, o las actividades manuales se ven afectadas y condicionan la actividad de la vida diaria.

Por otro lado muchos pacientes sufren restricciones en su vida social. Algunos pacientes con trabajo, deben abandonar su actividad laboral desde fases tempranas, no sólo por los síntomas motores y cognitivos sino también por la aparición de la fatiga.

Tanto la terapia física como la terapia ocupacional tienen como objetivo mejorar la independencia funcional y la participación en la vida cotidiana de las personas con Parkinson.

  • La Terapia Física: su objetivo principal es mejorar las limitaciones relacionadas con la movilidad tales como, la capacidad física, los desplazamientos, el equilibrio, la marcha, la postura y las actividades manuales. Sirve como apoyo a la autogestión y la participación en las actividades relacionadas con el movimiento.

 

  • La Terapia Ocupacional: se centra en permitir la participación y desempeño en las actividades o roles en el hogar y la comunidad. Estas actividades y roles se pueden clasificar en las ocupaciones en el entorno familiar como el autocuidado, el trabajo remunerado o no y el ocio( compras, acudir a un restaurante o a un teatro). El terapeuta ocupacional se centra en permitir el desempeño y la participación en actividades significativas y los roles en el hogar y en la comunidad.

 

Los terapeutas ocupacionales pueden asesorar y capacitar el uso de estrategias cognitivas compensatorias en las tareas diarias. Aprender estas estrategias e integrarlas en la rutina diaria requiere de un conocimiento, motivación y un esfuerzo. Cuando el paciente no puede aplicar estas estrategias de forma independiente, se puede aconsejar a un cuidador.

La terapia física y la terapia ocupacional tienen un papel único y compartido en el cuidado de la enfermedad de Parkinson.

 

 

Radder DLM et al.  Physical therapy and occupational therapy in Parkinson’s disease. Int J Neurosci. 2017 Oct;127(10):930-943.

 

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