Los pacientes con enfermedad de Parkinson presentan niveles bajos de Vitamina B12 comúnmente y esta deficiencia de Vitamina B12 se ha relacionado con neuropatía periférica (síntomas como entumecimiento y debilidad muscular, por afectación de los nervios periféricos), disminución de la capacidad para caminar, deterioro cognitivo y mayor velocidad de progresión de esta enfermedad. La causa de esta asociación es desconocida pero probablemente sea debida a múltiples factores.
Un estudio realizado en la Universidad de California en San Francisco (2), que contó con la participación de más de 600 pacientes con diagnóstico reciente de Parkinson y que todavía no habían empezado tratamiento, demostró que los niveles bajos de Vitamina B12 se relacionaron con mayor dificultad para caminar y trastornos del equilibrio, debido a niveles bajos de Vitamina B12 en el sistema nervioso central y periférico.
Por otro lado, se ha demostrado que concentraciones bajas de Vitamina B12, folato y homocisteína, se asocia independientemente con la demencia de la enfermedad de Parkinson(2).
Una revisión reciente de la literatura (1) valora la posible relación entre la Vitamina B12 y los síntomas no motores de la enfermedad de Parkinson. Los investigadores de esta revisión concluyen que los niveles bajos de Vitamina B12 no parecen estar relacionados con el riesgo de desarrollo de la enfermedad de Parkinson. Aunque sí que niveles bajos de Vitamina B12 se ha relacionado con una disminución más rápida de la capacidad para caminar, progresión más rápida de la enfermedad y mayor deterioro cognitivo.
Dado que los suplementos de vitamina B12 comportan poco riesgo, se necesitan más estudios para demostrar que la Vitamina B12 a dosis alta podría ser un tratamiento complementario para los trastornos de la marcha, alteraciones de la postura y deterioro cognitivo en pacientes con Parkinson.