Los resultados de un estudio muestra que tras la toma durante un período de 6 semanas de un edulcorante artificial, Splenda®, la inflamación intestinal empeora en ratones con enfermedad tipo Crohn , aunque no tuvo efecto sustancial en aquellos que no tienen esta condición.
Se define edulcorante a cualquier sustancia natural o artificial que sirve para dotar de sabor dulce a un alimento o producto. Splenda®, que se introdujo en 1998, incluye un edulcorante artificial indigerible llamado sucralosa y un edulcorante digerible llamado maltodextrina. La sucralosa tiene la estructura del azúcar y sabe a azúcar, pero no es un producto natural. Es aproximadamente 600 veces más dulce que el azúcar y se ha convertido en uno de los edulcorantes artificiales más populares en el mercado.
Estudios epidemiológicos indican que el uso de edulcorantes artificiales duplica el riesgo de enfermedad de Crohn.
En este estudio se cuantifica de forma experimental (en ratones) el impacto de la suplementación durante 6 semanas de un edulcorante como es Splenda®.
Este estudio demuestra que Splenda® induce cambios en las bacterias intestinales y en la reactividad de las células inmunes de la pared intestinal, lo que podría provocar inflamación o brotes de enfermedades en las personas susceptibles.
Los hallazgos de este estudio sugieren que los pacientes con enfermedad de Crohn deben pensar cuidadosamente sobre el consumo de Splenda® o productos similares que contienen sucralosa y maltodextrina.
El próximo paso sería realizar estudios directamente en pacientes, pero eso es más difícil de realizar dada la gran variabilidad que es inherente a la genética humana, el microbioma y la dieta.