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22 junio, 2018 in-pacient.es

Cada día parece más claro que el autocuidado en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una parte esencial de las medidas a adoptar para su correcto tratamiento. Expertos en medicina respiratoria han editorializado sobre las dificultades para implantar estas medidas en ausencia de un soporte social adecuado del paciente.

El autocuidado de la EPOC se define como una serie de intervenciones estructuradas y personalizadas con objetivo de motivar, involucrar al paciente y proporcionarle apoyos para que modifiquen de forma positiva sus hábitos de salud y desarrollen habilidades que permitan gestionar mejor la enfermedad. Varios de los objetivos del autocuidado se relacionan con aspectos sociales, ya que pretenden preservar la autonomía en la vida diaria del paciente e incrementar su bienestar personal y social estableciendo alianzas positivas con profesionales, familia, amigos y entorno.

El soporte social debe proporcionar los recursos psicológicos y materiales por parte de una red social que permitan al individuo afrontar la enfermedad. Dicho soporte puede ser de 4 tipos: emocional, instrumental mediante materiales y servicios que permitan ayudar con las tareas diarias, de valoración proporcionando herramientas para la autoevaluación e informativo.

En el caso de la EPOC concretamente, si bien no hay muchas evidencias publicadas sobre el impacto del soporte social en el curso de la enfermedad, algunos estudios apuntan a que el apoyo social reduce hospitalizaciones, exacerbaciones y mejora el estatus de salud del paciente. Además, se han establecido relaciones entre la red social del paciente y la percepción de auto eficacia para caminar, tolerar el ejercicio y la disnea por ejemplo. Las investigaciones sobre la existencia o carencia de soporte social también sugieren un impacto sobre los factores psicológicos que permiten afrontar la enfermedad, de forma que la depresión y la ansiedad se relacionan con la falta de soporte social positivo, de la misma forma que las interacciones sociales negativas se asocian con mayores niveles de depresión y ansiedad.

En lo que respecta al autocuidado, la falta de apoyo social se ha identificado como una barrera para el mismo. El sentimiento de soledad y aislamiento puede disminuir la confianza del paciente respecto a su capacidad de autogestión. El soporte social también se ha comprobado como muy relevante a la hora de trazar e implantar planes de autocuidado frente a exacerbaciones, ya que influye entre otras cosas en la capacidad para identificarlas. Por último, vivir con otras personas o la involucración de un cuidador se asocian con mayores niveles de actividad física y participación en programas de rehabilitación pulmonar.

El recurso a intervenciones autogestionadas por el paciente que promuevan el soporte social deberían considerarse en el plan de tratamiento, ya que a su vez influirán positivamente en la actitud positiva respecto al autocuidado. La mejora del soporte social se puede fomentar a través de las sesiones de grupo, involucración de la pareja o incorporación de otra persona que gestione ese aspecto. Igualmente, debería prestarse atención a los problemas de movilidad y transporte, ya que los mismos incrementan el riesgo de aislamiento social y limitan el acceso a los programas de auto cuidados.

Anke Lenferink, Job van der Palen & Tanja Effing (2018): The role of social support in improving chronic obstructive pulmonary disease self-management, Expert Review of Respiratory Medicine, DOI: 10.1080/17476348.2018.1489723

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