Un nuevo estudio publicado en una de las revistas científicas de referencia para la enfermedad, ha pretendido determinar la asociación entre los factores de riesgo del estilo de vida con la gravedad de la Esclerosis Múltiple (EM) y el daño cerebral subclínico en personas con EM no activa que reciben tratamientos de alta eficacia.
En este estudio se han investigado los factores del estilo de vida, incluyendo la reserva cognitiva, el nivel de actividad física, el hábito de fumar, el consumo de alcohol, los hábitos dietéticos, el índice de masa corporal (IMC), la presión arterial y el índice de colesterol. Los datos se recogieron mediante cuestionarios validados y exámenes clínicos y de laboratorio. Como indicador del daño cerebral se utilizaron los niveles de cadena ligera de neurofilamentos en suero.
Potenciar la reserva cognitiva, aumentar la actividad física y luchar contra la hipertensión arterial y el sobrepeso
En el análisis se incluyeron 351 personas con EM y una media de edad de 43,04 años, y objetivaron que una mayor reserva cognitiva y niveles de actividad física se asociaron con una menor severidad de la EM; el sobrepeso u obesidad y una mayor presión arterial sistólica, por el contrario, se relacionan con más severidad de la enfermedad. Además, un mayor IMC y la presión arterial más alta se relacionaron con los niveles de neurofilamentos de cadena ligera en suero.
En palabras de los autores del estudio, «Nuestro estudio sugiere una asociación entre un «estilo de vida saludable para el cerebro» con la progresión de la discapacidad en la EM. Un estilo de vida cognitivo y físicamente activo, junto con un peso corporal y una presión arterial normales, puede ayudar a prevenir futuras discapacidades en la EM».
Los hallazgos, en línea con otras evidencias que apuntan en el mismo sentido, no permiten dar por finalizadas las investigaciones; es necesario realizar nuevos estudios para conocer la vía causal de estos factores de riesgo en la prevención de la progresión de la discapacidad en la EM.