El abandono del tabaquismo es una de las prioridades a la hora de tratar la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y un área en la que se han puesto en marcha más iniciativas de soporte al paciente. El análisis de las demandas y necesidades del paciente que es atendido por servicios de soporte telefónico para dejar de fumar es un buen medio para entender mejor las necesidades de educación en la salud, los comportamientos saludables a modificar y cómo ayudar a afrontar mejor la EPOC desde un modelo de atención centrado en el paciente y que pretenda la autogestión de la enfermedad.
Estos aspectos precisamente han sido los abordados por un estudio publicado en la revista COPD: Journal of Chronic Obstructive Pulmonary Disease y que resume el resultado de entrevistas telefónicas a 5.772 personas con EPOC, participantes en el programa de soporte para dejar el tabaco auspiciado por la Sociedad Americana del Pulmón (American Lung Association).
La mayor parte de los participantes (78,2%) referían que la EPOC interfería en sus actividades diarias y algo más de un 30% habían sido hospitalizados en alguna ocasión en el año anterior. Casi la mitad (45,4%) referían tener síntomas de ansiedad o depresión.
La mayor parte de los participantes (73,7%) acudían interesados por recibir información relativa a la EPOC y manifestaban haber recibido poca información previamente sobre algunos de los aspectos clave para una mejor autogestión. Así, la formación para poder gestionar mejor la enfermedad, como la relativa a ejercicios respiratorios, ahorro de esfuerzo o medidas para limpiar las vías respiratorias, había sido recibida sólo por menos de un tercio de los entrevistados según sus propias manifestaciones.
Las conclusiones del estudio remarcan la necesidad de mejorar las medidas encaminadas a la autogestión de la enfermedad como la educación en la enfermedad, las estrategias para gestionar los síntomas y a atender las necesidades de soporte en aspectos como el ejercicio, la dieta y el soporte para dejar de fumar. La ansiedad y la depresión son algo muy común en la enfermedad y se relaciona con un mayor impacto de la misma, lo que subraya la importancia de ayudar a quienes padecen EPOC a enfrentarse a las emociones negativas. De todo ello se puede afirmar que todavía queda mucho camino por recorrer a la hora de diseñar e implantar programas de atención interdisciplinar que ayuden al paciente a gestionar las muchas necesidades emocionales y de aprendizaje que le ayudarán a gestionar mejor la EPOC.