Los trabajos con alto nivel de estrés se relacionan con mayor riesgo de Parkinson en hombres.Sin embargo, los trabajos con alto nivel de control, menor estrés, tendrían un mayor vínculo con esta enfermedad entre las mujeres, según los resultados de un estudio realizado en Suecia.
Según estudios previos, el estrés se considera un factor de riesgo ambiental para la enfermedad de Parkinson. También se sabe que el estrés puede empeorar los síntomas motores de los pacientes con Parkinson.
Las condiciones psicosociales adversas en el trabajo son una fuente potencial de estrés crónico relevante para la salud pública, ya que la mayoría de personas pasan una parte sustancial de su vida en el trabajo.
Se han publicado los resultados de un estudio realizado en Suecia con la participación de más de 2 millones y medio de personas nacidas entre 1920 y 1950, de las que se conocía su tipo de trabajo, cuyo objetivo fue explorar la asociación entre el estrés laboral y el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson. Este estudio realizó un seguimiento durante una media de 21,3 años entre los que se identificaron más de 21.544 casos de enfermedad de Parkinson entre los participante.
Según los resultados de este estudio, un trabajo de mayor estrés se asoció con mayor riesgo de enfermedad de Parkinson entre los hombres y más evidente entre aquellos con educación superior. Sin embargo, los trabajos con alto nivel de control, que a menudo se relacionan con menor estrés, se relacionaron con mayor riesgo de Parkinson entre las mujeres con nivel de educación baja. Un mayor control en el trabajo puede ser estresante para algunas personas ya que conllevan unas jornadas de trabajo más largas lo que puede llevar a conflictos interpersonales y mayor interferencia con la vida familiar.
En conclusión, los resultados de este estudio nos llevan a una evidencia en la asociación entre el estrés ocupacional y el riesgo de Parkinson. Los trabajos de alta tensión fueron un factor de riesgo para el Parkinson únicamente en hombres con alto nivel educativo. Por el contrario, los trabajos activos se asociaron con un mayor riesgo de Parkinson entre los hombres con nivel educativo bajo.
Y, por otro lado, los trabajos con alto nivel de control, es decir de menor estrés, se asociaron con un mayor riesgo de Parkinson pero en este caso fue evidente en personas de bajo nivel educativo, especialmente en mujeres.