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La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) incluye la enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa. Sus síntomas pueden persistir durante toda la vida. Sabemos que estas personas pueden presentar síntomas severos que generan angustia, tales como: dolor abdominal, diarrea, urgencia fecal, pérdida de peso y sangrado rectal. Estos síntomas pueden provocar estrés emocional y social que puede persistir incluso durante los períodos de remisión o ausencia de síntomas clínicos, contribuyendo a un deterioro en la calidad de vida.
El aislamiento social se refiere a la ausencia de interacciones sociales y falta de apoyo social. Últimamente, y como consecuencia de la pandemia de COVID-19 ha habido una creciente preocupación sobre el impacto del aislamiento social en la salud de personas con EII.
Recientemente se ha identificado al aislamiento social como uno de los principales obstáculos para llevar “una vida normal”. Para comprender mejor el aislamiento social en personas con EII y ayudar a mejorar el pronóstico de estos pacientes, se ha realizado un nuevo estudio en que se evalúa la gravedad del impacto que puede provocar el aislamiento social sobre la salud de estos pacientes.
En este estudio se aprovecharon los datos de casi medio millón de personas, entre los que se incluyen casi 6.000 que tuvieron diagnóstico de EII y con un seguimiento de casi 12 años. En este estudio se mide el aislamiento social por la frecuencia de reuniones familiares o con amigos, el ocio, la actividad social solitaria y en comunidad. Se investigó la asociación conjunto del aislamiento social en personas con EII y las muertes prematuras para evaluar el profundo impacto de este aislamiento sobre el pronóstico de esta enfermedad.
Hasta donde conocemos, este es el primer estudio que cuantifica la relación entre el aislamiento social y la mortalidad en un grupo de pacientes con EII. Con el gran tamaño de la muestra, el período de seguimiento adecuado y un análisis estadístico riguroso, los investigadores de este estudio pudieron obtener datos veraces y contundentes sobre la relación entre EII, aislamiento social y mortalidad.
Según los resultados de este estudio el aislamiento social agravó el riesgo de muerte prematura en personas con EII en comparación con aquellas que no estaban aisladas. Por otro lado, el aislamiento social juega un papel crucial en el pronóstico de la EII y el impacto parece ser mayor en las personas con enfermedad de Crohn, frente aquellas con diagnóstico de Colitis Ulcerosa.
Si bien la Colitis Ulcerosa y la enfermedad de Crohn causan dolor abdominal, diarrea, urgencia intestinal y pueden necesitar un estoma, lo que puede reducir la vida social, en la Colitis Ulcerosa la inflamación se limita a la mucosa del colon, sin embargo en la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier segmento gastrointestinal. Las complicaciones posteriores a una intervención y la desnutrición son más frecuentes entre personas con Crohn que con Colitis Ulcerosa. Por lo tanto, una vez aislados socialmente los pacientes pueden carecer de ayuda médica inmediata o atención suficiente con un estilo de vida no muy adecuado y hábitos dietéticos deficientes.
Son necesarias políticas de salud y estrategias de apoyo social que pueden abordar y mitigar el aislamiento social dentro de la población con EII, en particular las mujeres con peor situación socioeconómica, menos IMC y antecedentes de tabaquismo y curso más prologando de la enfermedad.
Este estudio sugiere varias medidas:
- Prestar atención tanto médicos como cuidadores y/o familiares sobre las experiencias de la vida y de los síntomas psicológicos más allá de los síntomas físicos que presentan las personas con EII.
- Fomentar grupos de apoyo para personas con EII y ayudar a aumentar la interacción social y mejorar las estrategias de afrontamiento.
- Tanto pacientes como público general deberían acceder a información relevante para cerrar la brecha de conocimiento y mejorar la compresión reduciendo el estigma asociado a la Enfermedad Inflamatoria Intestinal.
En resumen, las personas con EII, especialmente las que tienen enfermedad de Crohn, tienen más probabilidades de verse afectadas cuando están aisladas socialmente, lo que se asocia a mayor riesgo de muerte prematura. Por lo tanto, el aislamiento social en este tipo de pacientes merece especial atención y se deberían diseñar estrategias e intervenciones de apoyo social específicas.
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