Las articulaciones de los pies y tobillos se ven afectadas comúnmente por la Artritis Reumatoide pudiendo provocar aumento de la sensibilidad, hinchazón, dolor, rigidez y alteración de la mecánica del pié, lo que lleva a un aumento del riesgo de caídas y un impacto negativo sobre la calidad de vida de estos pacientes.
Los nuevos tratamientos llevan a mayor número de pacientes al estado de remisión y una disminución considerable del número de pacientes que necesitan un tratamiento quirúrgico. Sin embargo entre el 70% y el 90% de los pacientes con esta Artritis Reumatoide todavía sigue comunicando dolor en los pies y los tobillos. Se sabe que hasta un tercio de los pacientes con Artritis Reumatoide en remisión puede presentar inflamación de la sinovial aumentando el riesgo de daño en la estructura de las articulaciones de los pies.
El DAS28 es una herramienta recomendada por el Colegio Americano de Reumatología (ACR por su siglas en inglés) y por la EULAR (Liga Europea contra las Enfermedades Reumáticas) y se usa diariamente en la práctica clínica para definir la remisión clínica y guiar el tratamiento. Sin embargo, en algunas ocasiones se subestima el daño de esta enfermedad sobre las articulaciones de los pies porque éstas no forman parte del DAS28.
Por lo tanto, confiar sólo en el DAS28 para identificar el dolor de los pies en los pacientes con Artritis Reumatoide, puede retrasar el tratamiento y aumentar el riesgo del daño en estas articulaciones.
En un nuevo estudio realizado en un hospital Danés que contó con la participación de 320 pacientes con Artritis Reumatoide, más de la mitad de los pacientes refirieron dolor en los pies o tobillos.
En este estudio 7 de cada 10 pacientes tenían dolor en los pies y la mayoría de las veces era en ambos pies. Los pacientes que comunicaron dolor en los pies y tobillos tenían peor salud en general que aquellos pacientes sin dolor en los pies o tobillos. Por lo tanto, se deberá prestar mayor atención a los pies y tobillos de los pacientes con Artritis Reumatoide, estén o no en remisión.
La evaluación de los problemas y la biomecánica de los pies son tema clave y una necesidad insatisfecha que requiere mayor investigación. Estudios previos también han sugerido que existe la necesidad de una herramienta para controlar las lesiones y alteraciones de los pies en pacientes con Artritis Reumatoide.
Para empezar, una simple pregunta de sí tiene o no dolor al paciente, podría facilitar una discusión sobre los problemas de los pies entre el paciente y el médico. Si se necesita información adicional, se pueden utilizar otras herramientas.
En resumen, este estudio encontró que 7 de cada 10 pacientes con Artritis Reumatoide comunicaron dolor en pies o tobillos y esto fue algo común durante todo el curso de la enfermedad. Estos resultados indican que muchos pacientes con Artritis Reumatoide que están en estado de remisión experimentan dolor en pies y tobillos.
Sin embargo, la presencia de dolor no significa necesariamente un control inflamatorio deficiente, ya que el dolor residual a menudo persiste debido al daño articular y también puede ser parte de un problema de dolor más generalizado.
Realizar solo una pregunta sobre la presencia de dolor en el pie al paciente, contribuirá con información adicional sobre los problemas de los pies no identificados con los exámenes de las articulaciones y puede facilitar mayor diálogo entre el médico y el paciente.
Simonsen MB et al. Foot and Ankle Problems in Patients With Rheumatoid Arthritis in 2019: Still an Important Issue. ACR Open Rheumatol. 2021 Jun;3(6):396-402. doi: 10.1002/acr2.11258.
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