Se han publicado los resultados de una revisión de la literatura científica, que se centra en la hipersexualidad en pacientes con enfermedad de Parkinson idiopática en tratamiento con sustitutos de la dopamina.
La enfermedad de Parkinson se manifiesta clínicamente con síntomas motores y no motores, estos últimos incluyen alteraciones de la conducta. Los problemas del comportamiento pueden preceder, incluso años, a la aparición de los síntomas motores típicos. Estas alteraciones de la conducta, con frecuencia, pueden no reconocerse y estar infravaloradas e infratratadas y pueden ser predictoras de la calidad de vida de estas personas.
En los últimos años, el estudio de la impulsividad en el Parkinson ha tenido un interés particular ya que se ha observado que el tratamiento con dopamina puede conducir al desarrollo o empeoramiento de los trastornos del control de ciertos actos compulsivos específicos. Entre los más frecuentes figuran: la ludopatía (o inclinación patológica a los juegos de azar), compras compulsivas, trastornos alimentarios e hipersexualidad, así como la adicción a ciertas aficiones o hobbies.
Los trastornos del control de los impulsos ocurren en casi un 15% de los pacientes con Parkinson. En concreto la hipersexualidad fue una de las alteraciones relacionadas con la enfermedad de Parkinson desde la década de los 80. La hipersexualidad puede ser clínicamente definida como «una preocupación por la satisfacción sexual fuera de los límites sociales y personales aceptados, a pesar de los daños que ésta pueda conllevar».
En los últimos años, se ha relacionado la hipersexualidad con una sobredosis de dopamina en personas con Parkinson. Específicamente se ha relacionado con el tratamiento con agonistas de la dopamina o el tratamiento con levodopa. Aproximadamente entre un 2,2-8,3% de las personas con Parkinson que están en tratamiento con levodopa, pramipexol o selegilina pueden desarrollar este trastorno compulsivo.
A menudo, la hipersexualidad es un problema que no se comenta en las visitas médicas y se ha demostrado como problemática potencial desde el punto de vista social y médico-legal de los personas con Parkinson y de sus familias.
La disfunción sexual en los pacientes con enfermedad de Parkinson puede comprometer la calidad de vida tanto de los pacientes como de sus parejas y familiares.
Es importante conocer estos síntomas para comunicarlos al médico lo antes posible y que éste pueda regular la medicación y prevenir daños mayores como problemas a nivel de convivencia. De esta forma se pueden evitar consecuencias psicosociales significativas que afectan tanto a las personas con Parkinson como a sus familias.
Nakum S et al. The prevalence and clinical characteristics of hypersexuality in patients with Parkinson’s disease following dopaminergic therapy: A systematic literature review. Parkinsonism Relat Disord. 2016 Feb 18. pii: S1353-8020(16)30045-1. doi: 10.1016/j.parkreldis.2016.02.017. [Epub ahead of print] http://goo.gl/uIZosH