Beber café podría asociarse a un menor riesgo de desarrollar Esclerosis Múltiple, según un estudio que será presentado en el 67 congreso de la Academia Americana de Neurología que tendrá lugar en Washington del 18 al 25 de abril próximos.

“La ingesta de cafeína ya se había asociado a un menor riesgo de Alzheimer y enfermedad de Parkinson, y nuestro estudio muestra que beber café también puede proteger frente a la EM, lo que da soporte a la idea de que esta droga podría tener efectos protectores para el cerebro”, ha dicho la autora del estudio Ellen Mowry, de la Facultad de Medicina John Hopkins de la Universidad de Baltimore.

Para el estudio se analizaron los datos de un estudio sueco realizado en 1629 personas con EM y 2807 personas sanas y de un estudio americano que incluyó a 1159 personas con EM y 1172 sanas. Los estudios analizaron el consumo de café entre las personas con EM entre uno y los cinco años previos al inicio de los síntomas de EM (y hasta 10 años en los participantes del estudio sueco) y los compararon con el consumo de cafe de las personas que no desarrollaron la enfermedad en el mismo periodo de tiempo. El estudio también registró otros hábitos y factores como el sexo, edad, tabaquismo, índice de masa corporal y exposición al sol.

El estudio sueco encontró que en comparación con la gente que bebía al menos 6 tazas de café al día durante el año previo a la aparición de síntomas, aquellas personas que no bebían café tenían un riesgo una vez y media mayor de desarrollar EM. El beber mucho café cinco o 10 años antes proporcionaba la misma protección.

En el estudio americano, la gente que no bebía café también presentó un riesgo una vez y media mayor que quienes bebían cuatro o mas tazas al día en el año previo a la aparición de los síntomas.

“Debería estudiarse la cafeína y su impacto en los brotes e incapacidad a largo plazo en la EM de forma similar”, dijo Mowry.

La cafeína podría tener efectos neuroprotectores y parece que este efecto podría derivarse de la supresión de citoquinas pro-inflamatorias. No obstante, y dado el carácter preliminar de estos resultados presentados no se puede establecer ninguna recomendación práctica al respecto.

Este estudio ha sido financiado por diversas entidades oficiales y sanitarias suecas y norteamericanas.