Los síntomas presentes en un paciente de Parkinson podrían ayudar a predecir su capacidad motora y la posibilidad de realizar un tratamiento más personalizado, según los resultados de un nuevo estudio.
La enfermedad de Parkinson se caracteriza por síntomas motores y no motores, entre los que figuran: temblor, inestabilidad postural, rigidez muscular, lentitud de los movimientos (bradiquinesia), o incluso falta o ausencia de movimiento (aquinesia). Estos síntomas pueden afectar a la capacidad de estos pacientes para realizar las actividades de la vida diaria de forma efectiva. El objetivo del tratamiento en la actualidad es maximizar la capacidad de estos pacientes para realizar sus tareas cotidianas y minimizar el impacto de cada síntoma sobre la actividad diaria y la calidad de vida.
Los pacientes de Parkinson, a menudo, se ven afectados por más de un síntoma, por lo que la combinación de varios síntomas puede complicar aún más su movilidad.
Un nuevo estudio se propuso investigar la posibilidad de predecir la discapacidad motora según los síntomas presentes en un paciente. Dicho de otra forma, valorar el impacto de los diferentes síntomas sobre las habilidades motoras de forma global.
Los resultados de este estudio sugirieron la agrupación de los pacientes en 4 perfiles diferentes en base al rendimiento en las actividades: pacientes con rendimiento normal sin afectación de las tareas motoras, pacientes afectados levemente en los movimientos finos (por ejemplo, escribir, dibujar o abrocharse los botones), pacientes afectados principalmente en la movilidad y, por último, pacientes afectados en todas las áreas del movimiento.
Este estudio demostró que la enfermedad de Parkinson afecta en diferentes grados a la movilidad de los pacientes y que es posible predecir el rendimiento motor en función de las características clínicas de cada paciente. Aunque se necesita más investigación para definir de forma más exacta el método de agrupamiento de los diferentes tipos de pacientes, así como la predicción del rendimiento, estos resultados parecen prometedores y pueden conducir a un tratamiento más personalizado ya que podremos identificar los síntomas que impidan específicamente el rendimiento motor de un paciente en particular.