Un nuevo estudio danés nos aporta información que nos hace tomar conciencia de la importancia de valorar y controlar la salud ósea entre los pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII).
La osteoporosis es una complicación bastante común entre los pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (enfermedad de Crohn o Colitis Ulcerosa). Los huesos se vuelven porosos y muy frágiles, es decir que se pueden romper con facilidad.
Por otro lado, una salud deficiente del hueso, medida por la DMO o Densidad Mineral Ósea, proporciona mayor riesgo de fracturas lo que lleva a una reducción de la calidad de vida y mayor discapacidad.
Aunque son pocos los estudios que aporten información sobre la proporción de pacientes de EII con osteoporosis, se estima que pueden estar entre el 5% y el 37%.
Hasta el momento se han descrito varios factores que contribuyen a la osteoporosis, entre los que se incluyen: algunos fármacos utilizados en el tratamiento de la EII (corticoides), la inflamación crónica, la mala absorción intestinal que lleva a una deficiencia de vitamina D y un bajo Índice de Masa Corporal (relación entre peso y altura de una persona).
Sin embargo, a pesar de la frecuencia de presentación y de las posibles consecuencias, son pocos los estudios que han investigado hasta qué punto se realizan pruebas en la práctica clínica para detectar osteoporosis entre los pacientes con EII, especialmente en aquellos que tienen un mayor riesgo como son las mujeres postmenopáusicas.
El objetivo de un nuevo estudio fue investigar la frecuencia de aparición de osteoporosis en pacientes con EII e identificar factores de riesgo en una población danesa con 10 años de seguimiento. En este estudio participaron un total de 513 pacientes con EII, de los cuales 213 tenían enfermedad de Crohn y 300 Colitis Ulcerosa que fueron comparados con personas sanas.
Según los resultados de este estudio, los pacientes con EII presentan un riesgo dos veces mayor de desarrollar osteoporosis en comparación con la población general. La evaluación de la osteoporosis fue insuficiente en pacientes con alto riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Los factores de riesgo de osteoporosis detectados en la población participante de este estudio fueron la edad, el sexo, la enfermedad de Crohn y las hospitalizaciones.
Curiosamente la hospitalización es un marcador de la actividad de la enfermedad, por lo que se relaciona con la osteoporosis en pacientes con Crohn. La inflamación puede intervenir en la absorción de vitaminas y minerales y consecuentemente en el proceso de remodelación ósea.
Los investigadores concluyen que los pacientes con EII tienen el doble de probabilidad que la población general de desarrollar osteoporosis. Se necesita un control exhaustivo de la salud de los huesos de estos pacientes, especialmente entre aquellos que presentan otros factores de riesgo.
Los resultados de este estudio ponen en evidencia la necesidad de evaluar de forma regular la DMO en pacientes con EII, especialmente aquellos que tienen riesgo añadido de osteopenia/osteoporosis, como son los pacientes con enfermedad activa, pacientes con consumo importante de corticoides, las mujeres y aquellos con mayor edad.