Un tercio de las mujeres con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (Crohn o Colitis Ulcerosa) pueden experimentar un brote de su enfermedad durante el año posterior al parto, si se controla, mejora y se mantiene el tratamiento antes, durante y después del parto podrían prevenirse estas recaídas, según los resultados de un nuevo estudio.
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal, tanto Crohn como Colitis Ulcerosa, afecta a las mujeres en sus años reproductivos, de tal forma que la mitad de los pacientes son diagnosticados de esta enfermedad antes de los 35 años.
Muchos estudios han investigado la influencia e impacto que puede tener la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) sobre la fertilidad, el embarazo y los resultados del parto. Sin embargo, el embarazo también puede influir en el curso de la enfermedad tanto antes como después del parto y es esencial que las pacientes reciban un asesoramiento al respecto.
Estudios previos sobre la EII y embarazo no tienen en cuenta el período posterior al parto. Sin embargo, son muchos los factores que pueden afectar el curso de la enfermedad durante este período. El período posterior al parto se asocia con alteraciones hormonales, al igual que sucede durante la lactancia. Además, el periodo posterior al parto puede caracterizarse por un mayor nivel de estrés y trastornos del sueño asociados con el cuidado del recién nacido, junto con alteraciones del estado de ánimo. Entre los estudios realizados hasta ahora, no se han definido bien hasta el momento qué factores afectan al curso de la EII durante el período posterior al parto.
Se han publicado los resultados de un estudio en el que han participado más de 200 mujeres con Crohn y Colitis Ulcerosa de las que el 31,6% experimentaron un brote durante el año posterior al parto.
El primer hallazgo importante de este estudio es que casi un tercio de las participantes sufrieron recaída de su EII después del parto. Este resultado es comparable con otros estudios previos. Estos hallazgos resaltan que sigue existiendo un riesgo moderado de recaída de la EII durante el año posterior al parto por lo que se debería informar a la paciente, guiar y controlar el tratamiento médico, antes, durante y después del embarazo.
En segundo lugar, los resultados de este estudio nos informan de que la enfermedad activa en el momento de la concepción o durante el embarazo fue un factor predictor de brote después del parto.
Otro hallazgo importante de este estudio fue la observación de que la reducción progresiva del tratamiento de mantenimiento, disminución de la dosis o de la frecuencia, e incluso hasta la interrupción del mismo, durante el embarazo o durante el año posterior al parto, se asocia de forma independiente con un brote de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal durante el periodo postparto.
Hasta la fecha, casi todas los tratamientos médicas actuales para la EII (con excepción del metotrexato) tienen un perfil de seguridad favorable y pueden continuarse durante el embarazo y el postparto. Estudios previos han demostrado que la falta de cumplimiento del tratamiento durante el embarazo comunicado por las propias pacientes, a menudo, es debido al miedo a los efectos secundarios para el feto. En el estudio que nos ocupa hoy se demuestra además, que la disminución de la medicación (disminución de la dosis, frecuencia o cese del tratamiento) durante el embarazo aumenta el riesgo de brote durante el año posterior al parto, independientemente de la actividad de la enfermedad durante el embarazo.
Los investigadores de este nuevo estudio concluyen que: Un tercio de las pacientes con EII pueden experimentar una recaída durante el año posterior al parto. Los predictores más fuertes de la recaída son: la reducción del tratamiento y la enfermedad activa desde el momento de la concepción hasta el tercer trimestre. El control óptimo de la enfermedad y de la adherencia o correcto cumplimiento del tratamiento siguiendo las pautas marcadas por su médico, son importantes para garantizar resultados óptimos en mujeres durante el año posterior al parto.
Los estudios clínicos para informar sobre la práctica clínica durante el embarazo en mujeres con EII deben extenderse sistemáticamente e incluir el período postparto ( al menos un año después del parto).