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El impacto de la dieta en la Esclerosis Múltiple y su curso son objeto de interés creciente. Los lácteos y el gluten son dos componentes para los que las recomendaciones varían entre las dietas propuestas, y la relación entre dichas dietas con la actividad de la enfermedad ha dado lugar a investigaciones con resultados contradictorios. Ahora, un nuevo estudio se ha planteado como objetivo explorar la relación entre la ingesta de lácteos y gluten y la actividad de la enfermedad en la esclerosis múltiple durante un período de 2 años, analizando su posible influencia en las personas que alcanzan el estado de no evidencia de actividad de la enfermedad (NEDA).
Además de las investigaciones recientes sobre nuevos fármacos modificadores, cada vez más estudios analizan el impacto de ciertos cambios en el estilo de vida, incluidas dietas promovidas específicamente para la EM. A pesar de que las modificaciones dietéticas despiertan interés en las personas con EM, las dietas propuestas para la enfermedad tienen pautas complejas que pueden perjudicar la adherencia a largo plazo. Entre las dietas recomendadas a pesar de la relativa falta de evidencias destacan tres; la dieta Swank, la dieta para superar la EM (OMS) y la dieta Wahls. -La dieta Wahls restringe tanto la ingesta de lácteos como de gluten, mientras que las dietas Swank y OMS restringen los lácteos pero no el gluten. Estas exclusiones dietéticas se recomendaron inicialmente basándose en estudios que sugerían una correlación entre el consumo de leche de vaca y la prevalencia de EM, así como una correlación entre la enfermedad celíaca y la prevalencia de EM. A raíz de ellos, algunos estudios han explorado la relación entre los lácteos y la EM con resultados contradictorios.
En el estudio ahora publicado, se calculó retrospectivamente la ingesta de lácteos y gluten de 186 participantes a lo largo de 2 años utilizando un cribador dietético de lácteos y gluten. La ingesta estimada de lácteos y gluten se comparó con la actividad de la enfermedad, indicada por el mantenimiento del estado de no evidencia de actividad de la enfermedad 3 (NEDA-3), y la calidad de vida, evaluada por el cuestionario de Calidad de Vida Internacional de la Esclerosis Múltiple (MusiQoL).
Los autores no encontraron ninguna asociación significativa entre la ingesta media estimada de lácteos o gluten y el estado NEDA-3. Además, no hubo relación significativa entre la ingesta de lácteos o gluten y las puntuaciones del MusiQoL).
Según los autores, este estudio excluye un efecto relevante de la ingesta de lácteos y gluten sobre el estado NEDA-3 en un grupo de personas con EM. La detección de efectos más modestos requerirá muestras de mayor tamaño; sin embargo, queda por determinar si tales efectos se traducirán en diferencias clínicamente importantes en la actividad de la enfermedad. Por lo tanto, recomendar una dieta sana y equilibrada para las personas con EM continúa siendo el mejor enfoque (fomentando los productos lácteos bajos en grasa y las harinas integrales).
ESCLEROSIS MULTIPLE
