Los resultados de una encuesta aumentan la conciencia sobre el impacto de la Artritis Reumatoide en la vida de los pacientes entre aquellas personas que no tienen la enfermedad.
Gracias a los grandes avances científicos de las últimas décadas, el tratamiento de la Artritis Reumatoide (AR) ha mejorado notablemente. Sin embargo, esta enfermedad sigue afectado de forma significativa a muchos aspectos de la vida de los pacientes, de tal forma que los pacientes perciben una disminución del bienestar general en relación al dolor, la fatiga, la función física y la calidad de vida.
Se han publicado los resultados de una encuesta realizada a más de mil doscientos pacientes adultos con Artritis Reumatoide y a 270 reumatólogos u otros profesionales de la salud, cuyo objetivo fue evaluar el impacto esta enfermedad en la vida de los pacientes según la percepción tanto de los pacientes como de los profesionales sanitarios.
Los resultados de esta encuesta muestran que el impacto físico y emocional de la Artritis Reumatoide, a menudo, no son bien entendidos por aquellas personas que no tienen esta enfermedad. Cuando los pacientes se sientan comprendidos por los demás podrán hacer frente de mejor forma a la carga que conlleva esta enfermedad.
Las relaciones con cónyuges o parejas, hijos, familiares y amigos generalmente se vieron negativamente afectadas por la Artritis Reumatoide. De igual forma los pacientes comunican un impacto negativo de la enfermedad sobre los eventos familiares y sociales y sobre su intimidad y relaciones sexuales.
Aquellos pacientes que se sentían menos entendidos por su entorno comunican una mayor incapacidad para trabajar debido a la fatiga, al dolor y la imprevisibilidad de cómo se sienten. Algunos pacientes tuvieron que aceptar ajustes importantes en sus carreras profesionales para mantener su trabajo.
La necesidad del paciente con Artritis Reumatoide se centra, principalmente, en la comprensión sobre el impacto físico y emocional de esta enfermedad.
Los efectos físicos de la Artritis Reumatoide, tales como el dolor, la rigidez y la fatiga, se han comunicado por los pacientes como las principales barreras para las actividades diarias. La incapacidad para realizar la actividad diaria con normalidad generó sentimientos de frustración y culpa en los pacientes.
Esta encuesta también muestró que la falta de comprensión por parte de aquellas personas que no tienen Artritis Reumatoide sigue siendo una barrera importante para mejorar la calidad de vida de los pacientes con esta enfermedad. El apoyo social que recibieron los pacientes se relacionó directamente con su calidad de vida, independientemente de la gravedad de la enfermedad.
Un aporte importante de esta encuesta es que, en general, se observaron valoraciones similares entre las respuestas de los pacientes y las de los profesionales sanitarios.
En conclusión, a pesar de los avances en el tratamiento de la Artritis Reumatoide, la enfermedad continúa afectando significativamente a muchos aspectos de la vida de estos pacientes, incluyendo las relaciones sociales, la progresión profesional, las actividades diarias y la capacidad para trabajar.
El control del dolor, la rigidez y la fatiga sigue siendo la principal barrera y una necesidad no cubierta de los pacientes con Artritis Reumatoide.
Tanto los pacientes como los profesionales de la salud sienten que el impacto físico y emocional de la Artritis Reumatoide no es comprendido por aquellas personas que no tienen esta enfermedad.