La disfagia, o problemas para tragar, es un síntoma no motor común entre pacientes con Parkinson que puede provocar una variedad de problemas graves como desnutrición, neumonía por aspiración, estancia hospitalaria prolongada o incluso llevar a un aumento de la mortalidad.
Se han publicado los resultados de una nueva revisión sistemática y metaanálisis que nos permite evaluar qué tan frecuente es la aparición de disfagia en personas con Parkinson y aclarar los factores asociados a este síntoma. Conocer los factores asociados permite detectar la disfagia lo antes posible y tratarla adecuadamente evitando así la aparición de complicaciones graves.
Hasta el momento no está claro el mecanismo de la disfagia en el Parkinson. Estudios previos han demostrado que la progresión de la enfermedad da como resultado la alteración de los mecanismos de la deglución (proceso de tragar alimentos y saliva).
Aunque la disfagia se manifiesta generalmente cuando la enfermedad de Parkinson está más avanzada, puede aparecer desde las primeras etapas pero, a menudo, pasa desapercibida.
Esta nueva investigación reveló que la valoración de la disfagia exclusivamente por la autopercepción o comunicación del paciente en las consultas no es suficiente para detectar la disfagia. Se deberán realizar pruebas clínicas específicas para evaluar la función de la tos voluntaria y/o refleja para mejorar la precisión. Por lo tanto, se recomienda un examen instrumental como primera opción para evaluar la función deglutoria en pacientes con Parkinson (pruebas que evalúan si el paciente traga bien o no).
Por otro lado, y en relación a los factores relacionados con la disfagia, este nuevo estudio nos muestra que una edad más avanzada, un IMC inferior, mayor progresión de la enfermedad o un Parkinson más grave, síntomas de depresión y mayor deterioro cognitivo se asocian con la disfagia.
Y, por último, este nuevo metaanálisis observó que los pacientes con Parkinson y con disfagia tenían una calidad de vida significativamente menor que aquellos sin este síntoma.
En conclusión, la disfagia o problemas para tragar ocurre en más de un tercio de las personas con Parkinson y se asocia a síntomas motores y no motores y menos calidad de vida.
La detección y tratamiento temprano de la disfagia en la práctica clínica de estos trastornos podrá prevenir complicaciones graves de la disfagia y mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
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