La fatiga es uno de los síntomas no motores más comunes en la enfermedad de Parkinson y puede afectar a una amplia gama de actividades cotidianas, causar discapacidad y reducir la calidad de vida de estos pacientes.

La fatiga, puede aparecer en cualquier  etapa de la enfermedad de Parkinson y una vez presente, a menudo persiste y puede empeorar con el tiempo. Es además uno de los síntomas peor entendido y difícil de tratar. Entre el 35% y hasta el 55% de los pacientes con Parkinson informan de problemas significativos con la fatiga.

Varios estudios han confirmado el impacto negativo de la fatiga sobre la calidad de vida de las personas con Parkinson. En una encuesta, los pacientes consideran que la fatiga o falta de energía es uno de los síntomas más molestos. En otro estudio hasta un tercio de los pacientes con Parkinson consideran que la fatiga es el síntomas más incapacitante y más de la mitad de los pacientes la consideran como uno de los tres síntomas más incapacitantes.

En alguno pacientes la presencia de fatiga en la enfermedad de Parkinson provocan un abandono de su vida laboral o bien la limitación de sus horas de trabajo y puede conducir a disminuir su participación en las actividades sociales, deporte y aficiones.

En relación a las causas de la fatiga en el enfermedad de Parkinson, parece no ser una simplemente consecuencia de los síntomas motores ya que a menudo se presenta en épocas tempranas de la enfermedad. La fatiga se asocia a la depresión, a los trastornos y calidad del sueño. También existe evidencia preliminar de que la fatiga puede ser asociada al deterioro cognitivo, pero los estudios al respecto son muy limitados.

Existen un gran desafío para el tratamiento de la fatiga en el Parkinson y puede tener enfoques tanto farmacológicos como no farmacológicos.

En general la fatiga del Parkinson no responde a la levodopa en la práctica clínica y no está claro el papel de los agonistas dopaminérgicos sobre este síntoma.

Las intervencones no farmacológicas para reducir la fatiga del Parkinson puede incorporar apoyo tanto a los pacientes como a sus cuidadores. El ejercicio, la nutrición, las estrategias de conservación de la energía terapias cognitivo-conductual pueden ser útiles.

Las personas con Parkinson a menudo pueden sentirse muy cansados para hacer ejercicio, pero paradójicamente se sienten con mayor nivel de energía después de sus ejercicios regulares.

El ejercicio, el control de la depresión y la mejora de la calidad del sueño puede ayudar a combatir la fatiga de la enfermedad de Parkison.

Herlofson K et al. Fatigue in Parkinson’s disease. J Neurol Sci. 2017 Mar 15;374:38-41.