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16 mayo, 2017 in-pacient.es

La fatiga severa es un síntoma común entre las personas con Artritis Reumatoide y tiene un impacto significativo sobre la calidad de vida de estos pacientes. Se han publicado los resultados de una revisión sobre la información científica disponible sobre la fatiga en la Artritis Reumatoide.

Se estima que entre el 40% y hasta el 70% de las personas con Artritis Reumatoide pueden presentar fatiga. Los pacientes lo describen como un cansancio en todo el cuerpo, sensación de agotamiento que no deja realizar las tareas cotidianas y actividades mínimas, como son el aseo personal o vestirse resulta muy complicado.

La fatiga tiene un gran impacto sobre la calidad de vida en relación a la salud y en las personas con Artritis Reumatoide se asocia a una disminución del funcionamiento, de la actividad cotidiana, un peor estado de salud mental y mayor nivel de estrés. Los pacientes consideran que la fatiga de la Artritis Reumatoide es impredecible y que interfiere de forma importante a su participación en todas las actividades de la vida de tal forma que si el dolor puede ser fuerte la fatiga es peor de gestionar. Sin embargo, y a pesar del impacto, un estudio revela que la mayoría de los pacientes no recuerdan que se les hubiera preguntado sobre la fatiga a lo largo de sus visitas con sus médicos o enfermeras.

La aparición de la fatiga se relaciona con factores propios de la enfermedad como son la inflamación, el dolor, los síntomas articulares y las limitaciones en la actividad física. Sin embargo, y dado que la fatiga puede persistir en algunas personas que han alcanzado el estado de remisión, se sugiere que existen otros factores involucrados como son: causas psicológicas como la depresión; conductuales como alteraciones del sueño, obesidad, baja actividad física; causas cognitivas como el fallo en el afrontamiento o sentimientos negativos del dolor que pueden llevar a mayor fatiga y otros como el desgaste, la debilidad muscular, deterioro cardiovascular, etc.

Los fármacos utilizados para tratar la Artritis Reumatoide parece tener efectos limitados sobre la reducción de la fatiga. Sin embargo aquellas intervenciones no farmacológicas dirigidas a cambiar factores de la conducta parecen más prometedoras,  entre ellas figuran programas de actividad física adaptada o grupos psicoeducativos, formación en la conciencia y la relación mente-cuerpo que tienen como objetivo el fortalecimiento de las habilidades de cómo afrontar la Artritis Reumatoide.

¡La clave para combatir la fatiga es no parar y mantenerse activo!

Arréglate y sal a la calle. Puedes dar un paseo con familiares o amigos, tomar el sol o…….¡No te quedes en el sofá!

 

 

 

Katz P et al. Curr Rheumatol Rep. 2017 May;19(5):25. doi: 10.1007/s11926-017-0649-5. Fatigue in Rheumatoid Arthritis

 

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