Los traumatismos craneales en los adolescentes aumentan el riesgo de aparición de Esclerosis Múltiple más adelante. Sin embargo, no existe esta asociación con los traumas ocurridos durante la infancia. Estas son las conclusiones de un estudio realizado por investigadores de la universidad de Örebro y el Karolinska Instituet, en Suecia
Los resultados demuestran lo importante que es proteger a los adolescentes de lesiones en la cabeza. «Los cascos para bicicleta son una de las formas, y debería considerarse el riesgo de traumatismos craneales de cualquier deporte practicado por adolescentes», afirma Scott Montgomery director del estudio.
El estudio, que ha sido publicado en la revista Annals of Neurology, tomó como base los registros médicos de niños desde los 0 a los 20 años de vida y analizó por separado el riesgo de desarrollar EM de los traumatismos entre los 0-10 años y entre 11-20. El análisis demuestra como el riesgo de desarrollar Esclerosis Múltiple más adelante se incrementa en un 22% en caso de una única conmoción o traumatismo craneal únicamente en el grupo de adolescentes, mientras que el riesgo de EM se duplica, con un 133% si ha habido 2 o más traumas. En cualquier caso, el incremento del riesgo parece ser mayor y concentrarse en personas con algún tipo de predisposición genética o debida a otros factores de riesgo de Esclerosis Múltiple.
Los autores especulan que la velocidad de desarrollo cerebral durante las primeras etapas de la infancia hace que se puedan evitar las consecuencias de los traumatismos entre los 0 y 10 años.
Como consecuencia de los resultados del estudio, los autores plantean investigar qué factores genéticos y de riesgo, como la exposición a infecciones u otros, son los que pueden potenciar el riesgo debido a los traumatismos.