La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), es un trastorno autoinmune crónico incapacitante que afecta principalmente al intestino y que comprende la enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa.
Las personas con EII tienen un alto riesgo de desarrollar depresión y ansiedad. Estudios recientes han demostrado que la depresión se asocia a peor pronóstico de la EII.
Sabemos que existe el eje intestino-cerebro en las enfermedades crónicas, una mayor susceptibilidad a la depresión a menudo se relaciona con mayor grado de discapacidad, disminución de la calidad de vida y esto es debido a la comunicación entre el cerebro y el intestino y viceversa.
Los investigadores han planteado la hipótesis de que si la asociación entre la EII y la depresión es bidireccional (en ambos sentidos), la depresión puede constituir un factor de riesgo para desarrollar EII de nueva aparición.
Se han publicado los resultados de una nueva revisión sistemática y meta-análisis, que engloba el estudio de varios millones de personas, para ver si aquellas con antecedentes de depresión o síntomas depresivos tenían mayor riesgo de desarrollar una EII de nueva aparición.
Los resultados de esta nueva publicación son compatibles con un aumento del riesgo, de pequeño a moderado, de EII entre las personas con depresión, incluso cuando la depresión se diagnostica varios años antes de la aparición de la EII.
Se necesitan más estudios que confirmen estos resultados y ayuden a aclarar todavía más los mecanismos del eje bidireccional entre cerebro-intestino y poder plantearnos estrategias de prevención.