El hecho de que la capacidad para la Actividad Física decrece progresivamente en el curso de la la EPOC, al igual que la función pulmonar, sugería que ambos factores podían estar relacionados con las exacerbaciones de la EPOC. Los resultados parciales de un estudio publicados en la revista European Respiratory Journal avalan ahora esta hipótesis.
La Actividad Física es un parámetro muy relevante en la valoración de la EPOC. Los bajos niveles de Actividad Física son muy frecuentes y determinan el pronóstico de la enfermedad. Sin embargo, los factores que determinan la Actividad Física y su evolución en el tiempo no son muy conocidos.
El análisis, parte del estudio IMI-JU PROactive, se ha llevado a cabo con datos de 141 pacientes de EPOC procedentes de hospitales de tercer nivel, centros de rehabilitación y atención primaria de Grecia, Reino Unido, Bélgica y Holanda, evaluados durante 12 meses. Los niveles de Actividad Física se midieron de forma homogénea para determinar el nivel de cambio entre la situación de inicio y a los 12 meses. Se valoró el posible impacto tanto de las exacerbaciones moderadas, aquellas tratadas con antibióticos a nivel ambulatorio, como las severas; las que requerían ingreso hospitalario.
En el seguimiento, 81 pacientes tuvieron al menos una exacerbación de la EPOC. El número de exacerbaciones demostró relacionarse con el nivel de Actividad Física al año, medido en forma de pasos al día, de forma que quienes no tuvieron exacerbaciones incrementaron el número de pasos en más de 250, mientras que los que tuvieron una exacerbación redujeron 144 y los de dos o más exacerbaciones 797. Las personas que tuvieron dos o más exacerbaciones moderadas redujeron su Actividad Física en 753 pasos, y en el caso de los que tuvieron al menos una severa en 705 pasos por día. Los autores llaman la atención sobre el impacto de las exacerbaciones moderadas, y en el hecho de que dos o más de las mismas tenga tanto impacto en la evolución de la Actividad Física como una exacerbación severa.
Los autores concluyen con la necesidad de aumentar esfuerzos en la identificación de pacientes con exacerbaciones frecuentes en la EPOC y en la prevención de dichos episodios. Los resultados también apoyan la relevancia de la promoción de la Actividad Física mediante educación del paciente y la rehabilitación pulmonar tras las exacerbaciones.