El aumento del número de casos de Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), en la que se incluye la enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa, especialmente en los países con “dieta occidental” ha hecho pensar que el tipo de dieta o alimentación contribuye a su aparición.
Las dietas ricas en azúcares refinados y grasas se han asociado con un mayor riesgo de EII, mientras que las dietas ricas en frutas, verduras y pescado parecen ser protectoras. No obstante, las intolerancias o sensibilidades alimentarias parecen variar ampliamente entre los pacientes con EII y también pueden variar en cada individuo a lo largo del tiempo.
El gluten es una proteína que se encuentra en los alimentos tales como el trigo, el centeno y la cebada, aunque también puede encontrase en medicamentos, vitaminas o suplementos.
La sensibilidad al gluten se ha asociado tradicionalmente con la enfermedad celíaca en la que la exposición al gluten puede inducir a una enfermedad mediada por el sistema inmuntario en aquellas personas que genéticamente están predispuestas. Sin embargo, se ha descubierto que el gluten también puede agravar síntomas gastrointestinales, tales como: distensión abdomial, dolor abdominal y diarrea, independientemente de la enfermedad celíaca. Todo esto ha llevado a la creencia popular de que el gluten es perjudicial para la salud gastrointestinal y ha impulsado la explosión de nuevos productos sin gluten.
Existen informes médicos, basados en estudios previos, que indican que los pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (Crohn o Colitis Ulcerosa) pueden experimentar una mejoría de los síntomas gastrointestinales cuando evitan el gluten de la dieta (disminuyen los gases, la hinchazón, la diarrea o el dolor abdominal). Sin embargo, no se ha desmostrado que seguir una dieta sin gluten modifique de alguna manera el curso evolutivo de la EII o prevenga claramente los brotes o las lesiones intestinales.
Se han publicado los resultados de un estudio con la participación de más de 100 pacientes con EII en el que los investigadores concluyen que:
- La sensibilidad al gluten es común entre los pacientes con Crohn o Colitis Ulcerosa.
- Tener un brote reciente se asoció a sensibilidad al gluten.
- La sensibilidad al gluten puede ser un fenómeno transitorio en algunos pacientes, por lo que las recomendaciones dietéticas durante y después del brote podrían centrarse en evitar los posibles alimentos desencadenantes y su posterior reintroducción a lo largo del tiempo.
Se necesitan más estudios para investigar la evolución de la sensibilidad al gluten en la EII a lo largo del tiempo.