La complejidad de la Esclerosis Múltiple hace que sus síntomas puedan ser muy diferentes de unas personas a otras. Si a ello añadimos que no existen pruebas de laboratorio o tests específicos para la enfermedad, no resulta extraño que esta enfermedad represente un reto a la hora de establecer un diagnóstico.
Si hace años, uno de los problemas principales de la enfermedad era que no se reconocía e identificaba, en la actualidad no es infrecuente que ocurra la situación contraria: personas que son incorrectamente diagnosticadas de Esclerosis Múltiple y que en realidad padecen otra patología. La mayor presencia de la enfermedad a todos los niveles, y la presión por establecer un diagnóstico lo antes posible para poder iniciar el tratamiento podrían estar detrás de este hecho.
Un estudio de la universidad de Vermont ha analizado los registros de 110 personas de 4 centros de Estados Unidos que habían recibido un diagnóstico erróneo de Esclerosis Múltiple. En muchos de estos casos (33%), el error diagnóstico no se evidenció hasta pasados 10 años o más, y un 70% habían recibido tratamiento de la enfermedad. El estudio remarca la exposición a un riesgo innecesario de estos pacientes derivado del tratamiento.
La enfermedad que motivó más diagnósticos erróneos en esta serie de pacientes fue la migraña, con un 22% de los casos. Otros diagnósticos erróneos se correspondieron con fibromialgia (15%) origen psicógeno (11%) y neuromielitis óptica (6%).
En un 25% de los casos el diagnóstico erróneo procede de un neurólogo, lo que sugiere que tanto los médicos de primaria como los especialistas pueden cometer estos errores.
Los autores del estudio concluyen remarcando la necesidad de seguir trabajando en criterios de diagnóstico más precisos y que ayuden al inicio precoz del tratamiento con todas las garantías respecto a su idoneidad.
Solomon AJ, Bourdette DN, Cross AH, et al. The contemporary spectrum of multiple sclerosis misdiagnosis. Neurology. 2016 Sep 27;87(13):1393-9.https://goo.gl/ZQOhVR