
La inercia terapéutica, o dificultad para adoptar decisiones de cambio de tratamiento cuando no se consiguen los objetivos del mismo, es un problema extendido entre los neurólogos que puede afectar a las expectativas del paciente de ver controlada su Esclerosis Múltiple. Un estudio realizado con profesionales de Canadá, España, Chile y Argentina ha intentado dimensionar el problema y sacar a la luz alguno de los factores que la condicionan.
Con la aparición de nuevas opciones de tratamiento, cada vez resulta más complicada para los neurólogos la decisión de por qué fármaco modificador de la enfermedad optar en función del nivel de actividad de la misma, la aparición de lesiones en la resonancia magnética, los efectos secundarios, la disponibilidad del fármaco y las preferencias del paciente. Es por ello que, a pesar de los recientes avances, muchos pacientes continúan infra-tratados.
El concepto de inercia terapéutica, aparecido a principios de este siglo se refiere a la falta de escalado en el tratamiento cuando éste está clínicamente indicado. Es un problema frecuente no solo en la neurología, sino entre especialistas o médicos que tratan otras enfermedades crónicas.
Los resultados del estudio se refieren a 195 médicos que lo completaron de un total de 300 que fueron invitados a participar en Canadá, Argentina, Chile y España. Los neurólogos incluidos en el estudio participaron en varios ejercicios en forma de casos problema para analizar su comportamiento ante los mismos.
La inercia terapéutica se puso de manifiesto en un alto porcentaje (72,8%) de los participantes, lo que llevaba a la toma de decisiones subóptimas en un 20,4% de los escenarios. La prevalencia de inercia terapéutica entre los médicos canadienses resultó ser la menor cuando se comparaba con la del conjunto de los otros tres países. El índice de inercia terapéutica resultó de 1,15 para los canadienses, 1,70 entre los argentinos 2,24 para los neurólogos chilenos y 2,56 para los españoles. Entre los factores que más claramente se relacionaban con esta inercia terapéutica están la menor experiencia, medida en base al número de pacientes de Esclerosis Múltiple atendidos por semana y los años de práctica. Entre los factores personales, el nivel de aversión a la ambigüedad se relacionaba claramente con la inercia terapéutica.
Los autores del estudio concluyen apuntando a la necesidad de desarrollar acciones educativas en los neurólogos con el objeto de mejorar los niveles de inercia terapéutica. Además, sería necesario estudiar cómo estas medidas pueden influir en la mejora del manejo y evolución de los pacientes con Esclerosis Múltiple.
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Motivos de inercia terapéutica en la Esclerosis Múltiple, abril 2018