La hipotensión ortostática es una reducción excesiva de la presión arterial que sucede al cambiar de posición, como ponerse de pie cuando has estado acostado o sentado durante un periodo de tiempo, o bien puede aparecer al permanecer mucho tiempo en posición vertical (de pie).
La hipotensión ortostática es uno de los síntomas no motores de la enfermedad de Parkinson más incapacitante ya que provoca limitaciones considerables y deterioro de la calidad de vida.
Si una persona con enfermedad de Parkinson al incorporarse sufre de vértigos, mareos, visión borrosa, etc. podría ser por hipotensión ortostática. Es recomendable que hable y comparta con su médico.
La hipotensión ortostática aparecerá dependiendo de la edad y de la gravedad del Parkinson. En algunos estudios se informa que alrededor de la mitad de los pacientes con Parkinson pueden presentar este síntoma (entre el 30 y 65% de las personas con diagnóstico de Parkinson establecido). Sin embargo, se sabe que este síntoma puede estar presente en las etapas prodrómicas de la enfermedad, es decir, que el paciente sufre de hipotensión ortostática antes de tener diagnóstico de Parkinson. Por otro lado, es un síntoma que se vuelve más frecuente a medida que avanza el Parkinson y el papel de la levodopa en este tema sigue sin estar claro a día de hoy. Generalmente los pacientes experimentan desmayos, mareos ligeros, vértigo, confusión o visión borrosa cuando se incorporan bruscamente.
La presencia de hipotensión ortostática en la enfermedad de Parkinson se asocia con una progresión más rápida de la enfermedad y con el deterioro cognitivo. Como tratamiento de primera línea está el tratamiento no farmacológico y, por otro lado, el tratamiento farmacológico debe realizarse de forma personalizada o individualizado.
En resumen, la hipotensión ortostática es un síntoma no motor de la enfermedad de Parkinson que aparece con frecuencia y que tiene alto impacto sobre la calidad de vida de estas personas. Es importante la valoración y control de las cifras de tensión arterial en las personas con Parkinson. Se debe considerar la toma de la presión arterial durante 24 horas y no utilizar sólo la toma de la presión arterial sentados en la consulta ya que la mayoría de los pacientes tienen presiones arteriales normales en esta postura.
La hipotensión ortostática se hace más frecuente a medida que avanza la enfermedad de Parkinson, requiriendo un control muy estrecho y un tratamiento personalizado para reducir el riesgo de caídas, el deterioro cognitivo y otras complicaciones.
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