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La fatiga es un síntoma abrumador frecuente entre las personas con Artritis Reumatoide. A diferencia de la fatiga normal, la fatiga de la Artritis Reumatoide no mejora con el descanso, lo que implica un alto impacto sobre la calidad de vida de estos pacientes causando obstáculos a nivel físico, laboral, mental y social.
El mecanismo exacto por el que aparece fatiga en la Artritis Reumatoide no está claro, la evidencia muestra que factores relacionados con la enfermedad, tales como el dolor o la inflamación, ciertos medicamentos, factores psicológicos o personales (responsabilidades personales, entorno, apoyo social, patrones dietéticos), etc. pueden contribuir a la aparición de fatiga en estos pacientes.
Por lo tanto, es importante explorar esta condición y los factores de riesgo relacionados ya que esto puede ayudar al tratamiento temprano que es de gran importancia para mejorar la gestión de la fatiga y el pronóstico de la Artritis Reumatoide.
El tratamiento médico disponible actualmente para la Artritis Reumatoide incluye AINES o Antiinflamatorios no esteroideos, corticoides y FAMEs o Fármacos Antirreumáticos Modificadores de la Enfermedad. Algunos estudios muestran que los FAME alivian la fatiga en comparación con el placebo en pacientes con Artritis Reumatoide. Sin embargo, no hay diferencias en el efecto sobre la fatiga de los diferentes fármacos en personas con esta enfermedad. Es decir, los tratamientos farmacológicos específicos no están relacionados de forma independiente con la fatiga en pacientes con Artritis Reumatoide.
En conclusión, la fatiga es un síntoma frecuente, devastador y con alto impacto sobre la calidad de vida de los pacientes, es independiente de la actividad de esta enfermedad y no se ve influenciada por los diferentes tratamientos médicos utilizados para el control de la Artritis Reumatoide.
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ARTRITIS REUMATOIDE
