La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por síntomas motores como temblor, rigidez, inestabilidad postural y lentitud de movimientos y también por síntomas no motores como depresión, demencia, trastornos del sueño, dolor, etc.
El curso y la gravedad de la progresión de los síntomas son muy heterogéneos. Además, a menudo, los síntomas no motores se pasan por alto o son poco reconocidos, a pesar de su alto impacto sobre la calidad de vida de estos pacientes. A pesar de los avances en el tratamiento y el gran abanico de fármacos disponibles, actualmente solo se alivian los síntomas, pero no se puede ralentizar o detener la progresión de la enfermedad.
Por otro lado la exposición a pesticidas se ha asociado constantemente con el inicio o desarrollo de la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, pocos estudios han examinado si la exposición a pesticidas puede influir sobre la progresión de la enfermedad.
Un nuevo estudio evalúa la asociación entre la exposición a pesticidas específicos y su impacto sobre la progresión de los síntomas en dos grupos de personas con Parkinson que viven en áreas agrícolas de California.
Los resultados de este estudio sugieren que la exposición a pesticidas puede no sólo ser relevante para el inicio de la enfermedad de Parkinson, sino que también influye sobre la progresión de esta enfermedad. Esta investigación implica a 10 ingredientes activos de pesticidas específicos en un declive motor y no motor más rápido del Parkinson.
Tanto científicos como las autoridades reguladoras deben tener en cuenta el peligro de las aplicaciones y las consecuencias y secuelas de la exposición humana a este tipo de sustancias.