Un estudio realizado en un pequeño grupo de personas con Enfermedad de Parkinson (EP) demuestra que la estimulación de la corteza del cerebro con electrodos externos mejora temporalmente los síntomas motores en algunos de los pacientes.
En la EP se afectan las neuronas secretoras de dopamina, generalmente en un lado del cerebro, de ahí la afectación característica de esta enfermedad, en un alto porcentaje de pacientes, que ven disminuida su fuerza y capacidad de movimiento rápidos en una parte del cuerpo, por ejemplo de un brazo, pero del lado opuesto a la zona afectada del cerebro.
La pérdida de la dopamina asociada a la EP hace que el cerebro tenga que hacer un esfuerzo mayor para realizar movimientos más amplios o mover de forma más rápida, la parte del cuerpo afectada. El cerebro está menos predispuesto a completar esas tareas con la parte afectada.
Los investigadores se plantean la hipótesis de que si pudiéramos reducir la barrera que tiene el cerebro para mover el brazo afectado, entonces se podría aumentar la disposición del cerebro para asignar fuerza a ese brazo. Los investigadores han encontrado una manera de hacer esto a través de la Estimulación Cortical No Invasiva.
Es interesante destacar que la técnica de estimulación cerebral empleada en este estudio es externa y no requiere de un procedimiento quirúrgico como sí lo hace la Estimulación Cerebral Profunda (un tratamiento quirúrgico consistente en implantar un electrodo dentro del cerebro que está conectado con un aparato médico que envía impulsos eléctricos a puntos específicos del cerebro).
El método empleado en este estudio es nuevo y está en vías de desarrollo y podría llegar a usarse en el propio domicilio del paciente.
Los resultados de este estudio sugieren que la estimulación con corriente directa a través del cráneo puede compensar, tanto la pérdida de dopamina que se presenta en la EP, como el esfuerzo que el cerebro debe hacer para que las neuronas motoras se pongan en funcionamiento.
Los efectos de este tipo de estimulación de corriente directa, a través del cráneo, son temporales, pero esto era de esperar ya que en el cerebro no existe una renovación de células secretoras de dopamina que es la raíz del problema en la enfermedad de Parkinson.
Al igual que el organismo se acostumbra a los tratamientos médicos, y éstos van perdiendo eficacia con su uso a lo largo del tiempo, probablemente podría pasar lo mismo con este sistema pero lo importante es que es un método indoloro y económico que mejora los síntomas motores de Parkinson, por lo que podría desarrollarse un dispositivo para el uso en el domicilio.
Salimpur Y et al. Altering Effort Costs in Parkinson’s Disease with Noninvasive Cortical Stimulation. J Neurosci. 2015 Sep 2;35(35):12287-302 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26338339