La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), que incluye la enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa, es un trastorno crónico del aparato digestivo que cursa con episodios de brotes y remisión. Durante el curso de esta enfermedad se requieren pruebas médicas para evaluar su actividad, entre ellas figuran los análisis de sangre, de las heces, la endoscopia y otros tipos de imágenes.
Sin embargo, algunas de estas técnicas son invasivas, como es el caso de la endoscopia que requiere muchos recursos y tiene poca aceptación por parte del paciente. Además, esta técnica no puede detectar lesiones más allá de la mucosa intestinal.
La ecografía intestinal es una técnica de imagen complementaria, segura, rápida, no invasiva, económica y bien aceptada por los pacientes y es útil para el diagnóstico de la EII y para detectar lesiones como estenosis o fístulas y también se utiliza para el seguimiento de la actividad de la enfermedad.
Se han publicado los resultados de un nuevo estudio que valora la utilidad clínica de la ecografía intestinal para predecir la necesidad de intensificar el tratamiento en pacientes con EII en comparación con marcadores tradicionales de la actividad de la enfermedad como son la PCR y la Calprotectina.
Los investigadores de este estudio concluyen que la ecografía intestinal ha demostrado que puede predecir con precisión la necesidad de escalar el tratamiento en un período de 6 meses en pacientes con enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa.
Por lo tanto, la ecografía intestinal es una herramienta fácil de usar y disponible para el seguimiento de los pacientes con EII, en especial en aquellos casos que necesiten un tratamiento escalonado.
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