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La Artritis Reumatoide (AR) es una enfermedad sistémica autoinmune y crónica que se caracteriza por una inflamación de las articulaciones que llevan al daño tanto del cartílago articular como de los huesos de la articulación.
Varios estudios previos han mostrado que los pacientes con Artritis Reumatoide en etapas tempranas muestran alteraciones en la composición de su microbioma intestinal. El microbioma intestinal es un posible candidato responsable de estimular respuestas inmunitarias sistémicas aberrantes en la Artritis Reumatoide.
Por otro lado, el tratamiento con Fármacos Antirreumáticos Modificadores de la Enfermedad (FAME), como el Metotrexato afecta a la composición del microbioma intestinal tanto en animales de experimentación como en humanos, lo que da como resultado una restauración parcial de un microbioma intestinal saludable. Además, el microbioma está asociado a futuras respuestas al tratamiento con Metotrexato.
En un nuevo estudio se ha caracterizado el perfil del microbioma intestinal en pacientes con Artritis Reumatoide establecida que habían recibido FAME durante mucho tiempo y se investiga la relación entre la composición del microbioma y los parámetros clínicos. En particular se examina si el tratamiento con FAMEs biológicos administrados por vía parenteral (intravenosa, intramuscular o subcutánea) está asociado con la composición del microbioma y si los microbios intestinales pudieran predecir la respuesta al tratamiento con FAME en pacientes con Artritis Reumatoide con una respuesta inicialmente insuficiente a estos fármacos.
Desde principios de este siglo se sabe que la composición del microbioma intestinal en pacientes con Artritis Reumatoide es diferente a la población general sin esta enfermedad.
El tratamiento con FAME restaura parcialmente un microbioma intestinal saludable en personas con Artritis Reumatoide. Es decir, que después del tratamiento con FAME la composición microbiana intestinal de las personas con AR se vuelve más parecida a la de las personas sin esta enfermedad, es decir la población general. Además, las personas con AR tienen una integridad de la barrera intestinal alterada y un tratamiento efectivo restaura la permeabilidad intestinal.
Por lo tanto, este estudio muestra que las personas con Artritis Reumatoide establecida tienen una composición microbiana intestinal distinta a las personas sin esta enfermedad. Por otro lado, las diferencias entre el microbioma de personas con AR y la población general pueden volverse menos marcadas después del tratamiento con FAMEs utilizado para el control de la Artritis Reumatoide.
Y, por último, los microbios intestinales son candidatos potenciales a biomarcadores para predecir la respuesta al tratamiento en pacientes con AR establecida. De todas formas, se necesita mayor investigación respecto a este tema.
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ARTRITIS REUMATOIDE
