En la última edición de la revista de la Sociedad Torácica Americana, un grupo de investigadores de Dublin profundizan sobre el problema de la no adherencia o no cumplimiento del tratamiento inhalatorio en la EPOC mediante un estudio que arroja resultados todavía más descorazonadores que los asumidos hasta la fecha.
La adherencia al tratamiento es un problema común en todas las enfermedades crónicas y se define como el nivel de correspondencia entre el uso que una persona hace de la medicación y la recomendación que ha hecho el médico al respecto. En el caso de la EPOC, al problema general se añade la complejidad que representa la administración por vía inhaladora de los medicamentos.
Utilizando un instrumento ya validado, que mide no solo si se usa el inhalador, si no el momento en que el paciente realiza la inhalación y cómo lo hace, los autores encontraron que la adherencia global resultó sorprendentemente baja. Asumiendo que todos los intentos de aplicar la inhalación se hacen en el momento y de forma técnicamente correcta, la adherencia al tratamiento sería únicamente de un 23%.
El instrumento utilizado por los investigadores, demostraron que si se tiene en cuenta el tiempo y la técnica, únicamente un 7% de los pacientes con EPOC fueron adherentes al tratamiento más del 80% del tiempo.
En el estudio se encontraron tres grandes grupos en función de la forma de uso de la medicación por parte de los participantes. La mayoría de los que entraron en el estudio pertenecían o bien al grupo de personas con pocos intentos de uso y alto nivel de fallo en la técnica o al de personas que si bien lo intentaban hacer correctamente en tiempo fallaban por la forma en qué lo hacían. Únicamente un 30% utilizaba el inhalador las veces prescritas y de la forma correcta.
Las cifras son todavía más preocupantes si se tiene en cuenta que la mayoría participantes sufrían EPOC severa con exacerbaciones previas y habían recibido entrenamiento en el uso del inhalador, por lo que deberían manejar la medicación con familiaridad.
Los resultados de este estudio demuestran que la forma en que se está proporcionando la atención para el tratamiento de la EPOC, podría estar fracasando a la hora de llegar al paciente, y más si se tiene en cuenta que existen muy pocas intervenciones dirigidas a ayudarle a gestionar correctamente la medicación y la enfermedad.