La anemia es una de las complicaciones más frecuentes en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), en la que se incluye la enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa.
La anemia más frecuente entre los pacientes con EII es aquella debida a falta o déficit de hierro (por pérdida crónica, por mala absorción debido a la inflamación y la presencia de ulceras en la mucosa intestinal o bien por el síndrome del intestino corto); aunque también pueden presentarse otros tipos de carencias como la falta de vitaminas (principalmente B12) y ácido fólico.
La anemia puede tener un impacto negativo sobre la calidad de vida. Puede afectar a la capacidad de realizar ejercicio, a la función cognitiva, la capacidad de actividades sociales, o bien afectar a aspectos psicoemocionales de estos pacientes.
Según estudios previos, la anemia en la EII aparece de forma gradual y sus manifestaciones pueden ser diferentes de un individuo a otro. Los síntomas más frecuentes son palidez de la piel, fatiga, cansancio exagerado o falta de energía para realizar las actividades diarias; alteraciones del ritmo cardíaco, aumento de la frecuencia respiratoria (sientes que te cuesta respirar), pérdida de peso, falta de concentración, mareos, dolor de cabeza, irritabilidad o cambios de humor, etc.
Un nuevo estudio de reciente publicación nos informa que la anemia es una complicación común entre los pacientes con EII y se presenta en una mayor proporción en mujeres, pacientes en tratamiento con corticoides y pacientes con enfermedad activa.
Tanto la anemia como la actividad de la enfermedad tienen un impacto negativo e independiente sobre la calidad de vida de estos pacientes.
En el caso de los pacientes en remisión, los síntomas emocionales fueron más frecuentes en aquellos con anemia frente a los que no la tenían. Tanto las actividades sociales como el absentismo laboral fueron significativamente más frecuentes en los pacientes con anemia frente a los pacientes sin anemia.
Estudios previos han demostrado que el tratamiento y corrección de la anemia se asocia a una mejora significativa de la calidad de vida de estos pacientes.
Por lo tanto, debemos controlar y corregir la anemia en pacientes con EII ( Crohn o Colitis Ulcerosa), siguiendo las guías marcadas por las sociedades científicas, pero no sólo en aquellos pacientes que presenten actividad de la enfermedad.
Nosotros como pacientes podemos ayudar a mantener los niveles de hierro en sangre mediante una dieta con alimentos ricos en hierro y vitaminas.
Alimentos ricos en hierro: Carnes rojas y magras; pescado; hígado y morcilla; legumbres (garbanzos, lentejas, soja, guisantes, etc.); frutos secos (anacardos, nueces, avellanas, pistachos, almendras, etc); mariscos con concha (mejillones, almejas, berberechos, etc.)
Truco: consume alimentos ricos en vitamina C (naranja, limón, pomelo, kiwi, tomate, fresas, brócoli, etc) cuando comas alimentos ricos en hierro así aumentarás la absorción de hierro. Por ejemplo el día que comas lentejas o carne roja añade frutas o verduras ricas en vitamina C, como tomates, espinacas o pimientos y de postre naranjas, fresas o kiwis.
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