En los últimos años existe un creciente interés por conocer el bienestar psicológico de las personas con Esclerosis Múltiple. Un estudio italiano examina a fondo los aspectos psicológicos de estos pacientes durante el primer año después del diagnóstico.
El impacto de un diagnóstico de Esclerosis Múltiple sobre los individuos sigue siendo poco explorado. El ajuste psicológico que sufre un paciente después de recibir esa noticia, es generalmente complejo debido al curso impredecible de esta enfermedad.
Algunos autores han estudiado los síntomas psicológicos de los pacientes hasta cuatro años desde el diagnóstico de Esclerosis Múltiple, haciendo hincapié en la presencia de altos niveles de ansiedad, depresión y angustia en los pacientes y sus parejas.
El objetivo de un estudio italiano fue un análisis profundo de los cambios psicológicos que ocurren durante el primer año después del diagnóstico de Esclerosis Múltiple. En este estudio participaron 38 personas (22 mujeres y 16 hombres) recién diagnósticadas a los que se les sometieron a valoraciones psicológicas de forma periódica.
Según los resultados de este estudio aproximadamente un 40% de los pacientes presentan sintomatología depresiva después del diagnóstico, solo parcialmente relacionada con la discapacidad. Por otro lado, más de la mitad de los participantes de este estudio (65,8%) presentó evitación o actitud de no afrontamiento de los problemas o situaciones que generan estrés.
Los cuestionarios de calidad de vida también demostraron que la autopercepción y el bienestar psicológico se vieron reducidos. Sin embargo la percepción de la salud no estaba relacionada con la cuestión neurológica.
A pesar de estos datos, la sintomatología ansiosa fue más baja por varias razones:el nivel de discapacidad, parcialmente relacionado con la ansiedad, fue bajo en los participantes de este estudio y, por otra parte, todos ellos acababan de comenzar un primer tratamiento, con altas expectativas.
En conclusión, una compleja red de sintomatología depresiva, autopercepción, bienestar psicológico y calidad de vida parecen desempeñar un papel crucial para la adaptación temprana a la Esclerosis Múltiple.
El primer año después del diagnóstico de Esclerosis Múltiple es un tiempo valioso para ayudar a estos pacientes para construir una adaptación o ajuste activo a la enfermedad. La participación en las decisiones pertinentes a la enfermedad, puede ayudar a un mejor cumplimiento de los tratamientos y podría prevenir las molestias psicológicas tempranas.