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La Artritis Reumatoide es una enfermedad crónica y autoinmune con manifestaciones principalmente a nivel de la inflamación crónica de las articulaciones. A día de hoy se desconoce el origen exacto de esta enfermedad, pero sabemos que un diagnóstico y tratamiento temprano son cruciales para su control y evitar la destrucción articular debido a la enfermedad y eludir, en la medida de lo posible, la incapacidad.
En la actualidad la Artritis Reumatoide no se cura por completo y el objetivo principal del tratamiento es lograr la remisión clínica, sin síntomas y sin signos evidentes de inflamación o baja actividad de la enfermedad. Por lo tanto, es muy importante encontrar indicadores biológicos que no solo puedan juzgar la actividad de la Artritis Reumatoide, sino también predecir la progresión de la enfermedad.
La intervención de enfermería basada en un modelo de continuidad se refiere al concepto de atención del paciente por enfermeras especializadas que brindan al paciente servicios de apoyo de alta calidad a nivel psicológico y emocional para satisfacer las necesidades psicológicas de las personas con Artritis Reumatoide y así mejorar el estrés y la calidad de vida de estos pacientes.
Un nuevo estudio evaluó la progresión de un grupo de pacientes con Artritis Reumatoide (128 pacientes) que se dividieron en dos grupos de manera aleatoria. Un grupo recibió la atención de enfermería estándar y el otro grupo recibió atención de enfermería basado en un modelo de continuidad.
El modelo de atención continuada incorporó apoyo de enfermería antes, durante y después del trat amiento. El método ofrecido en este grupo de apoyo continuado consistió en ofrecer información sobre los tratamientos, educación sobre la enfermedad, actitud sincera y amable para cuidar y guiar a los pacientes y sus familiares, elegir dietas, etc.
Según los resultados de este estudio, la atención de enfermería “orientada a las personas” ofrece apoyo tanto en conocimiento como percepción de los pacientes en relación a su enfermedad, mejorando el cumplimiento del tratamiento por parte de los pacientes lo que conlleva a una mejora en los indicadores de la actividad de la enfermedad implicando una recuperación de las funciones biológicas. Por lo tanto, este tipo de intervenciones promueve una recuperación de las funciones fisiológicas de las personas con Artritis Reumatoide, mejora el nivel del dolor y la función de las articulaciones.
Por otro lado, el diagnóstico y tratamiento de la Artritis Reumatoide tiene un impacto negativo en la psicología de los pacientes y hacen que éstos presenten generalmente cierto grado de miedo, ansiedad y estrés psicológico que influyen seriamente en el tratamiento y la rehabilitación de la enfermedad.
En este aspecto, la intervención de enfermería basada en un modelo de continuidad es útil para mejorar el estrés psicológico del paciente con Artritis Reumatoide.
Por último, la calidad de vida es un indicador importante para evaluar el estado de salud y la calidad de atención recibida por los pacientes. Un modelo de atención de enfermería continuado nos ayuda a modular la comprensión de los pacientes de su propia enfermedad, mejora el autocontrol y la confianza en sí mismo, asegura un equilibrio psicológico, espiritual y fisiológico y, por lo tanto, mejora la calidad de vida.
En conclusión, el apoyo de enfermería especializada con un modelo de atención continuada puede ayudar a promover la recuperación de la función física, mejorar el estrés psicológico y las emociones negativas, llevando a una mejor calidad de vida de personas con Artritis Reumatoide, lo que es digno de aplicar en la práctica clínica de rutina.
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ARTRITIS REUMATOIDE
