La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), en la que se incluyen la enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa, es una enfermedad sistémica que no se limita al intestino y provoca diversas manifestaciones extraintestinales.
Según varios estudios entre el 6% y el 47% de los pacientes con EII desarrollan manifestaciones extraintestinales. Frecuentemente se ven afectadas las articulaciones, la piel, los ojos, el hígado, vesícula y vías biliares, aunque la afectación articular es la más común. Algunos pacientes pueden ver afectados más de dos órganos.
Las manifestaciones extraintestinales son complicaciones que afectan negativamente la calidad de vida de los pacientes con EII, provocando un aumento de la gravedad de la enfermedad y requiriendo cambios en su tratamiento. Se ha demostrado que los pacientes con estas manifestaciones usan más fármacos biológicos y tienen un mayor riesgo de someterse a una cirugía que aquellos sin manifestaciones extraintestinales.
Aunque aún no se sabe con claridad el origen de las manifestaciones extraintestinales, una EII de larga duración, la afectación perianal(alrededor del ano) en la enfermedad de Crohn, una Colitis Ulcerosa extensa y el tabaquismo son factores de riesgo.
Los síntomas extraintestinales de la EII pueden afectar a prácticamente cualquier órgano con un alto impacto sobre la calidad de vida del paciente, en algunos casos incluso mayor que la propia enfermedad intestinal.
En conclusión, Las manifestaciones extraintestinales son comunes tanto en la enfermedad de Crohn como en la Colitis Ulcerosa y pueden tener un alto impacto sobre los pacientes. Si bien algunas de ellas pueden aparecer en paralelo con la actividad de la enfermedad intestinal, otras pueden tener un curso independiente, en cualquier caso, requieren de un control y seguimiento de por vida.
Los pacientes que han sido tratados por la EII durante más de 10 años o bien que usan fármacos biológicos en su tratamiento, deben ser controlados cuidadosamente ya que tienen alto riesgo de aparición de manifestaciones extraintestinales.
Concienciar al paciente a través de la educación/formación y un enfoque multidisciplinar ( con la participación de varios especialistas) son factores claves para la identificación temprana y un tratamiento adecuado de las manifestaciones extraintestinales de la EII. Mediante un tratamiento integral podremos conducir a la solución y control de los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas con EII.
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