Los pacientes con enfermedad de Parkinson tienen un riesgo sustancialmente mayor de fracturas no vertebrales, especialmente de fracturas de cadera, según los resultados de una nueva revisión sistemática y meta-análisis.
Según investigaciones previas, los pacientes con Parkinson tienen mayor riesgo de fracturas en comparación con la población general, tal vez debido a múltiples caídas. Sin embargo, a día de hoy, el riesgo de fractura no se ha evaluado completamente. Por otro lado, la enfermedad de Parkinson se ha relacionado con mayor riesgo de osteoporosis y niveles más bajos de DMO (Densidad Mineral Ósea).
Se ha llevado a cabo una revisión sistemática y meta-análisis con el objetivo de abordar la siguiente pregunta ¿Cuál es el riesgo de fractura de cadera o fracturas no vertebrales en adultos con enfermedad de Parkinson en comparación con aquellos que no tienen esta enfermedad?
Para encontrar la respuesta se elaboró una búsqueda bibliográfica sistemática de varias bases de datos biomédicas para identificar las revisiones sistemáticas y actualizaciones más recientes de los estudios publicados respecto a las fracturas en pacientes con enfermedad de Parkinson.
Del análisis general se extrae que existe un aumento de fracturas no vertebrales y especialmente de fractura de cadera en pacientes con Parkinson. Este estudio también mostró mayor riesgo relativo de fracturas de cadera en pacientes masculinos frente a los femeninos, cabe destacar que en la población general las fracturas de cadera son más frecuente entre las mujeres.
Una de las causas importantes de fracturas en pacientes con Parkinson puede ser el riesgo elevado de caídas múltiples entre estos pacientes. También puede contribuir la baja DMO. Y, a su vez, la reducción de la DMO puede estar relacionada con un peso corporal más bajo.
Las fracturas de cadera son particularmente importantes entre los pacientes con Parkinson, ya que tienen mayor impacto en el sistema de salud por mayor número de complicaciones y hospitalizaciones más largas.
Por lo tanto, la evaluación del riesgo de fracturas y el tratamiento basado en la evidencia de la osteoporosis debería formar parte de la atención estándar de los pacientes con Parkinson.