La suposición de que las personas con enfermedades pulmonares obstructivas pudieran tener más riesgo de consecuencias graves de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), ha llevado a un grupo de investigadores de Dinamarca a un estudio que ha sido publicado en la versión online de la revista European Respiratory Journal.
La pandemia de la enfermedad por COVID-19 se está propagando por todo el mundo infectando a millones de personas. Las personas infectadas con el coronavirus y que resultan más vulnerables están en riesgo de desarrollar insuficiencia respiratoria aguda que en última instancia puede conducir a la muerte.
Dado que entre el 10 y el 20% de la población mundial tiene asma o EPOC, resulta fundamental investigar los efectos de la COVID-19 en estos grupos de personas. Las personas con asma y EPOC son potencialmente más susceptibles a las consecuencias graves de la COVID-19, ya que las infecciones virales que afectan a las vías respiratorias superiores o inferiores son algunas de las principales causas de ingresos y exacerbaciones. Algunos estudios recientes tanto en Asia como en Europa, han encontrado que la EPOC está asociada con resultados graves de COVID-19. Sin embargo, los datos en caso del asma son escasos, y falta evidencia sobre los factores y las características del paciente de riesgo tanto en el asma como en la EPOC.
En la EPOC, cuando aparece la llamada inflamación de Tipo 2 (con eosinófilos sanguíneos elevados) se asocia con un mayor riesgo de exacerbaciones. Sin embargo, en la COVID-19, se ha sugerido que este tipo de reacción inflamatoria es potencialmente protectora frente a una evolución adversa.
Los autores de la investigación realizaron un estudio sobre el conjunto pacientes con COVID-19 de Dinamarca registrados del 1 de febrero al 10 de julio de 2020. Utilizando códigos de la Clasificación Internacional de Enfermedades y antecedentes, los pacientes se clasificaron como de asma, EPOC o no asma o EPOC. El objetivo principal del análisis fue la posible relación de las condiciones sobre la combinación de COVID-19 grave, necesidad de ingreso en cuidados intensivos o muerte.
De 5104 pacientes con COVID-19 (con una mediana de edad 54,8 años y 53,0% de mujeres), 354 tenían asma y 432 EPOC. El riesgo absoluto de gravedad de la enfermedad fue del 21,2% en pacientes con EPOC, 18,5% en pacientes con asma y 17,2% en pacientes sin asma ni EPOC. Según estos datos, los pacientes con EPOC tuvieron un riesgo ligeramente mayor de gravedad en comparación con los pacientes sin asma o EPOC de 4 puntos porcentuales. Sin embargo, al realizar los análisis estandarizados por edad, no se apreciaron diferencias entre los grupos de enfermedad. Por otra parte, y como elemento adicional del estudio, se observó que recuentos bajos de eosinófilos en la sangre se asociaron con un mayor riesgo de desenlaces graves entre los pacientes con EPOC.
En conclusión, en el conjunto de casos daneses entre febrero y julio de 2020, los pacientes con EPOC tuvieron un riesgo absoluto algo mayor de gravedad en la enfermedad por COVID-19, en comparación con los pacientes sin asma o EPOC. Sin embargo, al realizar un análisis por edad, la diferencia de riesgo no existe. Esto sugiere que el asma y la EPOC no son factores de riesgo independientes para las consecuencias graves de COVID-19. Sin embargo, la presencia de personas con asma y EPOC en mayor proporción entre los casos estudiados que en la población general, puede sugerir que los pacientes con enfermedad pulmonar son más susceptibles a COVID-19 que requiere hospitalización, aspecto que se escapa al diseño del estudio y debe investigarse más a fondo.