La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico complejo que se caracteriza por síntomas motores y no motores que evoluciona de diferente forma según cada paciente. La evolución de esta enfermedad puede afectar la capacidad de realizar y participar las actividades de la vida diaria y en última instancia puede conducir a una menor satisfacción con la vida o menor calidad de vida.
El término “satisfacción con la vida” se describe como una sensación subjetiva de cada paciente en relación con la vida. Es decir, sería una evaluación global de la calidad de vida de una persona según sus propios criterios.
Dado que la satisfacción con la vida es una experiencia muy subjetiva, propia de cada individuo, y por otro lado, que la enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo, se puede asumir que existe la necesidad de que los pacientes con esta enfermedad se adapten continuamente a su nueva situación para alcanzar o mantener su satisfacción con la vida. Por lo tanto, es importante comprender el significado de satisfacción con la vida en las personas con Parkinson desde su propia perspectiva.
Se ha realizado una nueva investigación, mediante entrevista abiertas a pacientes con Parkinson, con la idea de conocer la satisfacción con la vida de estos pacientes con Parkinson entre leve y moderado. Las personas entrevistadas tuvieron una media de edad de 54 años y un tiempo medio de diagnóstico de Parkinson entre 3 a 4 años.
Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que evalúa el significado de satisfacción con la vida y adaptación en personas con Parkinson entre leve a moderado.
Los participantes de este estudio estaban en proceso de adaptación a su nueva situación de salud. Se identificaron dos grupos muy diferentes: aquellos que se adaptaron a su nueva situación mediante la aceptación de su enfermedad y otro grupo que fueron aquellos que se resistían a aceptar la enfermedad con un profundo impacto sobre sus vidas.
La adaptación a la nueva situación de vivir con enfermedad de Parkinson es un proceso de transición basado en la aceptación o en la resistencia. La aceptación hace posible alcanzar satisfacción con la vida, mientras que la resistencia es una barrera conductual tanto para la adaptación como para alcanzar la satisfacción con la vida. Estos resultados apoyan a sugerencias vistas en estudios previos en los que se demuestra que la adaptación es la clave para conseguir altos niveles de satisfacción con la vida.
Un hallazgo importante fue la diferencia obvia en el proceso de adaptación de las personas: Aceptar el diagnóstico de Parkinson facilita la adaptación, resistirse y o no aceptar el diagnóstico inhibe el proceso.
Aceptar el diagnóstico permite a los pacientes aceptar la repercusión del Parkinson sobre sus vidas y sus objetivos tanto personales como sociales. Los pacientes en aceptación se enfocaron en habilidades y posibilidades más que en limitaciones. La aceptación parecía ofrecerles la capacidad de comprender, manejar y estar motivados a lidiar con elementos estresantes y problemas que puedan surgir al vivir el día a día con enfermedad de Parkinson.
Este nuevo estudio nos aporta nuevos conocimientos sobre el significado de satisfacción con la vida y adaptación en pacientes con enfermedad de Parkinson. Enfatiza la necesidad de comprender el proceso de adaptación para cada paciente para poder ayudar a las personas con Parkinson de forma personal e individualizada.
En conclusión, la adaptación a la enfermedad de Parkinson implica un proceso caracterizado por la aceptación o la resistencia. Ambos influyen sobre la satisfacción con la vida, aceptar la enfermedad hace posible alcanzar la satisfacción con la vida, mientras que la resistencia constituye una barrera conductual para la adaptación y para la satisfacción con la vida.
Hace tiempo que no entro. He leído este artículo y me ha parecido muy interesante.. Gracias