El diagnóstico precoz de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es esencial para iniciar un tratamiento temprano y, además de aliviar los síntomas, prevenir la progresión de la enfermedad.
Se han detectado pacientes que esperan más de 2 años desde el inicio de los síntomas gastrointestinales hasta llegar a un diagnóstico y, en estos casos, puede presentarse mayor riesgo de cirugía de urgencias. El tratamiento precoz con fármacos biológicos puede reducir el riesgo de progresión de la enfermedad y la consiguiente necesidad de cirugía.
El diagnóstico de una EII puede ser complicado ya que tanto la enfermedad de Crohn como la Colitis Ulcerosa incluyen síntomas como dolor abdominal, diarrea, sangrado rectal, etc. que también pueden ser propios de otras enfermedades tales como hemorroides y síndrome de intestino irritable, entre otras.
Estudios previos han descrito que 1 de cada 6 personas con EII inicialmente reciben diagnóstico de síndrome de intestino irritable y 1 de cada 7 con CU se diagnostica inicialmente de hemorroides. Esto puede hacer que se demore la derivación al especialista y como consecuencia se pierde la oportunidad de iniciar un tratamiento precoz que pueda prevenir la progresión dela enfermedad.
Las investigaciones realizadas hasta ahora nos informan que la duración media de los síntomas antes del diagnóstico es de entre 6 y 9 meses para la enfermedad de Crohn y de 2 a 7 meses para la Colitis Ulcerosa y que una cuarta parte de los pacientes pueden esperar más de un año hasta llegar a un diagnóstico correcto.
Se han publicado los resultados de un estudio que valora la información de 19.555 pacientes de EII comparados con 78.114 personas en el grupo de control para examinar la aparición de síntomas gastrointestinales en la década anterior al diagnóstico de EII en comparación con grupos de población general. Hasta la fecha es el estudio más grande realizado con estos objetivos.
En este estudio 1 de cada 4 casos con EII comunicó problemas gastrointestinales a su médico de Atención Primaria más de 6 meses antes de llegar a un diagnóstico. Menos de la mitad de los pacientes diagnosticados posteriormente de EII recibió una revisión por parte de un especialista dentro de los 18 meses posteriores a la aparición de síntomas gastrointestinales crónicos. Y, por último, los pacientes etiquetados de síndrome de intestino irritable y depresión tenían menos probabilidades de recibir una revisión a tiempo por parte de un especialista.
Los investigadores de este nuevo estudio concluyen que hay un exceso de síntomas gastrointestinales entre los pacientes que desarrollan EII en cada uno de los diez años previos a su diagnóstico en comparación con el grupo control.
1 de cada 10 individuos visitó a su médico de Atención Primaria por síntomas gastrointestinales 5 años antes de ser diagnosticado de enfermedad de Crohn o Colitis Ulcerosa en comparación con 1 de cada 20 individuos del grupo control. El diagnóstico previo de síndrome de intestino irritable y depresión se asocian a demora o retraso de recibir atención por un especialista.
Existe la necesidad de mejorar las vías de acceso a un especialista y la realización de un diagnóstico oportuno de Enfermedad Inflamatoria Intestinal de forma precoz.