Investigadores de la «Network of Pediatric MS Centers» norteamericana, han presentado los resultados de un estudio que evidencia que los niños y adolescentes con Esclerosis Múltiple que ingieren más comidas ricas en grasa en sus dietas, tienen un riesgo mayor de sufrir brotes de la enfermedad que aquellos que siguen una dieta rica en vegetales. A pesar de ello, estos hallazgos deben ser entendidos todavía como una asociación que no implica necesariamente una relación causa-efecto.
La evolución y severidad de la Esclerosis Múltiple puede ser muy diferente de unos individuos a otros. No existen todavía evidencias concluyentes sobre los factores exactos que determinan la aparición de brotes de la enfermedad, y no hay forma de predecir la posible evolución en cada persona. En este contexto, los investigadores, pertenecientes a una red de centros especializados en la atención de EM pediátrica, están trabajando en un estudio que permita arrojar luz sobre los principales factores de riesgo en la evolución de la enfermedad en los niños.
En el estudio se incluyeron 219 niños y adolescentes que padecían la enfermedad desde hacía más de cuatro años. Tras la inclusión en el estudio, los niños o sus cuidadores respondían a un cuestionario dirigido a detallar las cantidades y tipos de alimentos en su dieta habitual. El cuestionario incluía la estimación de las calorías, grasas, verduras y otros alimentos y bebidas. Tras ello, los investigadores monitorizaron la actividad de la enfermedad, tratando de determinar el tiempo desde el inicio del estudio hasta la aparición del siguiente brote de enfermedad.
El estudio objetivó que cuanto mayores eran los niveles de grasas en la dieta, mayor era el riesgo de aparición de un brote de Esclerosis Múltiple. Inversamente, las dietas con más presencia de frutas y verduras se asociaban con menor riesgo de brote.
Los hallazgos deben entenderse en este punto de la investigación como una asociación , y no una prueba definitiva de que determinados tipos de dieta puedan proteger frente a la aparición de brotes de Esclerosis Múltiple. El equipo investigador pretende llevar a cabo un estudio mayor, financiado por la sociedad americana de EM para poder comprender mejor el impacto de la dieta sobre la enfermedad en niños y adolescentes. Hasta que no se disponga de los resultados de dicho estudio, no puede obviarse que la alimentación basada en una dieta pobre en grasas y rica en frutas y verduras se corresponde con las pautas aceptadas para una alimentación saludable.